La amistad es un sentimiento profundo que da sentido a la vida, a las relaciones de las personas, a los sueños compartidos y a las expectativas de mejora de un mundo que está en constante cambio y desarrollo.
Esta sección NAM del Diario Feminista ha publicado varios artículos relacionados con la las mejoras de todo tipo que genera la amistad en los hombres que muestran estas actitudes de Nuevas Masculinidades Alternativas. La salud, por ejemplo, es un elemento clave que se ve beneficiado por este tipo de relaciones porque las conversaciones promueven actitudes de transformación, de solidaridad, de bienestar, en fin, de actitudes saludables que repercuten en su estado de salud.
La diversidad de personas, orígenes, ideologías, religiones, orientaciones sexuales, culturas o profesiones, por su parte, aporta una multiplicidad de opciones y variables que enriquecen las interacciones que se dan entre estos hombres. La igualdad de las diferencias, de este modo, tiene un efecto multiplicador que, unido al diálogo igualitario, ofrece un entorno de libertad y de transformación.
Las relaciones de amistad que tienen las NAM se tejen en redes de solidaridad y diversidad. Tienen muy claro que lo que define esas relaciones no tiene nada que ver con el partido político, el equipo de fútbol o la orientación sexual. Los hombres NAM son respetuosos con la diversidad de todas las personas, la defienden y, además, reconocen que es el elemento que les permite ampliar el círculo de amistades y relaciones que tienen beneficios para sí mismos y para sus entornos. De hecho, lo que define a las NAM tiene que ver con las actitudes de seguridad, fuerza y valentía para tomar posición ante la violencia, las injusticias y la doble moral, que es la que separa el atractivo de los valores éticos. El resto forma parte de ser igual ante la diversidad de preferencias y elecciones.
Las NAM no se dejan llevar por el discurso coercitivo que somete a los hombres a tener que ver la realidad por un túnel sin salida, en el que para ser hombre hace falta ser dominante, en el que para ser atractivo hay que ser violento. Los NAM no son marionetas que sucumben a la cárcel de un deseo enganchado a lo agresivo, deciden de forma segura qué quieren hacer, qué relaciones deciden tener y qué es lo que desean, teniendo en cuenta sus propios deseos, sus valores, las situaciones en las que se encuentran y cómo todo ello afecta al resto de personas.
Las NAM tienen la mirada abierta a una gran diversidad de opciones y posibilidades de ejercer la libertad que siempre se fundamenta en el placer de elegir la solidaridad y la amistad que excluye la violencia. Se trata de hombres que desean un futuro en el que la verdad, la belleza y la bondad puedan formar parte de las relaciones de todas las personas. Una elección basada en la libertad, en aquella libertad que se teje desde la solidaridad, la igualdad, la amistad, la ilusión y la diversidad.
Esas son las amistades llenas de diversidad que los hombres NAM eligen.
