Proteger la infancia debería ser la principal prioridad desde todos los puntos de vista. Sus derechos deben ser cuidados y respetados, tal y como lo indica la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia y como queda recogido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Desde las políticas o la tecnología, al mundo jurídico y la educación, un pilar fundamental para nuestra sociedad, no podemos escatimar esfuerzos para que todos los niños y todas las niñas tengan entornos que les protejan y brinden las mejores oportunidades.

En el artículo Support Over Silence for KIDS: A bystander training program to address public child maltreatment se describe el programa “Support over Silence for Kids”, que forma a profesorado para que sean bystanders, es decir, testigos activos ante situaciones de violencia que puedan sufrir los niños y las niñas. Según está descrito en su página web, el programa formativo incorpora hallazgos de grupos focales, teorías de ciencias sociales y componentes adaptados de programas exitosos de intervención de personas bystanders dirigidos a la prevención de la violencia sexual. Los métodos utilizados para la formación se han basado en el diálogo con los diferentes agentes que podrían brindar apoyo a la infancia como son miembros de la comunidad, personal de hospitales y cuidadores/as, para que el así llamado profesorado bystander pueda desarrollar capacidades adecuadas a la hora de detectar el maltrato infantil público, conocer cuáles son las barreras y las herramientas que facilitan una intervención y qué factores culturales hay que tener en cuenta.

El estudio, análisis y programa de formación es liderado por la Universidad Saint Louis del estado de Missouri, Estados Unidos y cuenta con una amplia red de profesionales de campos de la medicina, la justicia social y el departamento de salud. Aunque existen recomendaciones estatales sobre cómo intervenir cuando se presencia maltrato infantil en público y se lucha para instalar un cambio en las normas sociales para que se vaya creando cada vez más un sentido de responsabilidad colectiva ante este tipo de abusos, KIDS se describe como el primer programa de intervención y formación de personas bystander que aplica los conceptos a la programación de salud pública. 

Ante actuaciones de este tipo que tienen por objetivo proteger la infancia de cualquier tipo de maltrato, queda pendiente recoger más el impacto social obtenido, que se conozca y que de esta manera se pueda eliminar y reducir con éxito todo tipo de abuso, para que todos los niños y todas las niñas crezcan y se eduquen desde la máxima confianza, con profesorado que les pueda ayudar ante cualquier tipo de problema.

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