El pasado 1 de octubre, se celebraba el Día Internacional de las Personas de Edad. Tal y como visibilizó Claudia Mahler, experta independiente de la ONU en derechos humanos, se hace imprescindible que los Estados visibilicen y tomen en cuenta a todas las mujeres que pertenecen a ese grupo poblacional. Existen todavía numerosos estereotipos negativos e ideas erróneas sobre las mujeres de edad, que merecen, por contra, un reconocimiento por todo aquello que aportan a la sociedad.
Entre otros aspectos, Claudia Mahler señala que “muchas mujeres mayores quedan excluidas de adquirir, acumular y controlar bienes y propiedades a lo largo de su vida, a causa de regímenes y prácticas hereditarias discriminatorias, entre otros motivos”.
Son muchas las mujeres mayores que, además, están discriminadas más allá de la edad, por no haber podido acceder a una formación y/o titulación académica, siendo así doblemente excluidas. Si se añaden otros tipos de discriminación, por origen cultural, entre otros, la desigualdad e invisibilidad aumenta. En cambio, muchas mujeres que viven esta exclusión están asumiendo responsabilidades muy importantes, entre otras el cuidado de menores y mayores a su cargo. Asimismo, son muchas las mujeres que tienen un importante papel en la construcción de la paz y en la resolución de conflictos.
El Secretario General de la ONU se unió a la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad y destacó la capacidad de resistencia de los “más de mil millones de mujeres y hombres de edad en un mundo en evolución”. Destacó también la necesidad de promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, dando importancia al acceso a un aprendizaje permanente, así como a una protección social y atención sanitaria de calidad.
El reconocimiento de la voz de todas las mujeres, más allá de su edad, se hace necesario. La voz de “las otras mujeres” tiene que ser escuchada, reconocida e incorporada al discurso feminista, para así avanzar hacia un mundo más igualitario y justo.
