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Los MOST Clubs son grupos no mixtos, de 10 a 15 chicos de colegios e institutos que desde 2009 trabajan con un enfoque de prevención de la violencia desde la acción masculina. Estos grupos tienen origen en la asociación Men Can Stop Rape, que tiene diversas líneas para cumplir el mismo fin: crear ambientes libres de violencia desde lo que los chicos y hombres pueden hacer.

Los MOST Clubs funcionan a partir del diálogo en torno a temas relevantes para saber posicionarse frente a la violencia. Tienen diálogos en espacios seguros desde un enfoque preventivo entre chicos jóvenes, en los que promueven la bystander intervention o intervención de testigos. Trabajan las “counter-stories”, relatos transformadores que promueven un discurso alternativo igualitario que atraiga a la juventud.

Entre sus actividades, los clubs Men of Strength (MOST), debaten en torno a materiales como el famoso vídeo “The best a man can get” de Gillette, en el que destacan que es una llamada a la acción y a la concienciación de otros. Este vídeo ya ha sido analizado en DF por su capacidad para presentar como atractivos a los hombres que se posicionan.

Resulta destacable cómo estos clubes de chicos se basan en su fuerza como herramienta contra la violencia (“Men of Strength” significa hombres fuertes). La literatura científica ha identificado que las Nuevas Masculinidades Alternativas están caracterizadas, tal y como expresan estos chicos, por esa fuerza, esa fortaleza, seguridad y valentía para poder posicionarse frente a la violencia: no son violentos y no promueven ninguna masculinidad tradicional. 

Igual que en el programa de bystander intervention Green Dot, desde los Men of Strength Clubs son conscientes de que la influencia de los jóvenes atletas, debido a su liderazgo y posición social, es clave en cambiar la cultura del centro y, de hecho, muchos Clubs MOST están compuestos por atletas.

En los MOST clubs no se basan en bulos sobre masculinidades sin impacto social: no hablan de que todos seamos machistas, de conectar con nuestras emociones ni por supuesto del no-internacional concepto de micromachismos; se centran en los temas más socialmente relevantes, como es cambiar la cultura de la violencia por una de relaciones igualitarias y masculinidades sanas que se traducen en liderazgo en la comunidad. Colaboran en proyectos que refuerzan la comunidad, entre otros mediante su colaboración con grupos de chicas y mujeres, para llevar sus diálogos a la acción pública y la educación en prevención de la violencia a sus iguales. 

Desde Men Can Stop Rape han presentado diversos casos de éxito de estos MOST Clubs. En uno de ellos destacan que se generan espacios de solidaridad y apoyo entre los chicos, pero sobre todo resaltan su muy incrementada acción para acabar con toda violencia en sus colegios y comunidades. Los centros en los que hay MOST Clubs buscan reforzarlos, los chavales quieren seguir participando. También destaca un informe en el que se refleja que el 85% de los miembros de estos clubes actúan y son vistos como líderes por sus iguales y otras personas del entorno.

Desde las escuelas, institutos, universidades, asociaciones y grupos juveniles se puede trabajar con los niños, chicos y jóvenes desde esta perspectiva que empodera a todos esos chicos majos para ganar en seguridad, fuerza y actitudes NAM que protegen a todo el mundo de la violencia.

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