La violencia contra las mujeres y las niñas ha sido durante mucho tiempo un problema generalizado y universal de derechos humanos, arraigada en relaciones desiguales de poder, desigualdades estructurales y discriminación. Se estima que una de cada tres mujeres en todo el mundo (35%) sufre violencia física o sexual. Además, la pandemia por COVID-19 ha exacerbado en gran medida muchos de los factores de riesgo asociados con la violencia de género.
En el conjunto de la infraestructura que las sociedades construyen alrededor del socorro, la atención y el tratamiento a las víctimas de violencia de género, el papel de las fuerzas del orden y la mirada que éstas tienen hacia la problemática como parte de los servicios de protección y atención primaria, es fundamental. Un servicio y medios que realmente las ayuden a escapar de las situaciones de peligro y salir del círculo de la violencia pasa por incorporar las evidencias científicas en el desarrollo y planteamiento de los protocolos de intervención. Así se evitará una praxis que no sólo no ayude a personas que se encuentran en una situación de alto riesgo en un sentido u otro, sino que, cuando no está avalada por las investigaciones y se basa en ocurrencias, puede perjudicarlas aún más.
The Handbook on Gender-Responsive Police Services. For Women and Girls Subject to Violence (El manual sobre servicios policiales sensibles al género. Para mujeres y niñas víctimas de violencia.) se ha publicado este año y pretende ser una guía destinada al cuerpo policial para que pueda ofrecer una respuesta eficaz y sensible a la violencia contra las mujeres y las niñas mediante el intercambio de conocimientos que promuevan una cultura de reflexión y aprendizaje que conduzca a la transformación institucional. Este manual propone un servicio policial que busque un equilibrio entre la eficacia y la responsabilidad en su respuesta a la violencia contra las mujeres y las niñas mediante el examen, la evaluación y el seguimiento de herramientas de investigación, estrategias, políticas y enfoques, con el apoyo de actores externos en la sociedad civil, las organizaciones de mujeres y supervivientes y el mundo académico.
El documento incluye orientaciones sobre cómo responder a la violencia contra las mujeres y las niñas durante las crisis, incluidas las pandemias. Algunos de los contenidos que trata este manual están relacionados con la prevención, la investigación, la ayuda y la asistencia, la comunicación y el desarrollo institucional para una respuesta eficaz y responsable, etc.
Así mismo, alienta a las organizaciones policiales a comenzar su transformación hacia unas actuaciones en los servicios esenciales que respondan al género y que favorezcan unas respuestas contextualmente relevantes que tengan en cuenta los aportes cualitativos y cuantitativos proporcionados por expertos policiales y las partes interesadas externas y por los proveedores de servicios esenciales. Y que de esta forma se puedan vislumbrar las causas y consecuencias de cómo la violencia de género afecta a las mujeres y niñas.
Es muy importante el contacto positivo inicial de la policía con las supervivientes de la violencia. La respuesta policial y judicial de alta calidad debe estar disponible y accesible para todas las mujeres y niñas, especialmente para las más marginadas y en mayor riesgo de sufrir violencia.
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