La trata de personas es un delito que afecta prácticamente a todos los países del mundo ya sean como lugar de origen en la captación, tránsito o destino de las víctimas. Las mafias actúan captando por medio de la fuerza, el engaño, el fraude o la coacción, a personas en situación de vulnerabilidad. Según informa ONU, el objetivo es explotarlas para fines diversos como la prostitución, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre o la extracción de órganos y afecta especialmente a mujeres, niñas y niños. Las redes a través de las que opera el crimen organizado son transnacionales, no parecen tener fronteras, sino que estarán allí donde haya un mercado de usuarios dispuestos a pagar por obtener el servicio y se puedan aprovechar de la desesperación y la fragilidad de las personas.
Potencias mundiales como EE.UU no son una excepción, de hecho según datos proporcionados por entidades como Polaris, la Línea Nacional ha tratado 51.919 casos de trata desde el año 2007. Fundaciones sin ánimo de lucro como Just Ask Prevention luchan contra el tráfico de personas con fines de explotación sexual, focalizándose, en este caso en los y las adolescentes que son más vulnerables, independientemente de su origen, etnia o grupo social, de sufrir engaños y manipulaciones por parte de los traficantes.
En este sentido, la organización proporciona información acerca de las señales de alerta y da consejos, advirtiendo que quienes se dedican a captar jóvenes suelen seguir un patrón en el que se distinguen tres fases; exploración, manipulación y captura. En la exploración, rastrean y buscan a través de diversos medios chicas y chicos, como por ejemplo las redes sociales, los centros comerciales, las paradas de transporte público, los centros escolares o a través de algún amigo. Una vez localizada la víctima, hacen uso de la seducción, pretendiendo ser sus novios o novias, comprando regalos materiales, tratando especialmente bien, aparentan estar interesados en sus vidas y hacen uso de la mentira y la manipulación. Finalmente, es común el uso de las drogas, las amenazas y la violencia.
Conocer en la medida de lo posible estos indicadores acerca de cómo actúan los traficantes y las redes de explotación sexual, ayudará a reconocer posibles situaciones y dificultará la captación. Partiendo de este hecho, la fundación, con sede en McLean en el estado de Virginia, trabaja para crear una red de seguridad entre las diferentes comunidades y capacitar a sus organizaciones para identificar, prevenir y responder ante cualquier incidente de naturaleza sospechosa.
Es por ello, que anima a las familias, menores y profesores a asociarse para protegerse juntos contra la trata y asociarse con ellos en la creación de un club contra la trata a través del cuál proporcionar orientación y compartir materiales sobre el tema, bajo el lema de que su mejor arma contra el tráfico es la conciencia. Cómo protegernos entre nosotros y nosotras;
– Los cambios de humor o comportamiento pueden ser un signo.
– Atención, si nuestro amigo o amiga comienza a aislarse.
– Abrir espacios de diálogo para poder hablar sobre estos temas y dejar claro a sus amistades que pueden acudir a ti.
– Informar a otros compañeros y compañeras sobre estos temas.
– Comparte tu opinión sin miedo, si piensas que algún amigo o amiga está entrando en una situación de peligro.
– Traslada tus preocupaciones siempre a adultos de confianza.
Finalmente, si notas que algo va mal, simplemente pregunta.
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