AFE

El pasado martes 22 de octubre, casi doscientas jugadoras de equipos de fútbol de toda España se reunían en un hotel de Madrid para debatir sobre su situación actual y su futuro laboral. Tras trece meses de negociaciones con la Asociación de Clubes (ACFF) para firmar su primer convenio colectivo y las constantes trabas y bloqueos que les estaban poniendo, salieron de esa reunión con una decisión tomada casi por unanimidad: ir a la huelga.    

La portavoz de las futbolistas, Ainhoa Tirapu, jugadora del Athletic Club sentenció: “Vamos a la huelga”, reconociendo que la situación es dura, pero también posicionándose firme en la defensa de unos derechos que les corresponden y afirmando: “Nosotras estamos allanando el camino a las que vienen detrás”.

Han estado apoyadas siempre por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), personalizada en su presidente, David Aganzo, quien defendió que el objetivo de este convenio colectivo “es garantizar a las futbolistas el respeto como trabajadoras y deportistas”. 

Este respeto persigue unos derechos básicos que están siendo desatendidos al discrepar la ACFF en varios puntos esenciales del convenio, como el de la parcialidad de los contratos o los salarios mínimos. Así mismo, las jugadoras piden que se regularicen las condiciones laborales en materia de vacaciones y días libres, bajas y permisos de embarazo, maternidad y lactancia.  A estas cuestiones laborales se suma el conflicto generado por los derechos televisivos de retransmisión de partidos, tanto de la liga Primera Iberdrola como de las distintas competiciones europeas de clubes y de selección. 

El convenio por el que las jugadoras van a la huelga supone un paso más para la lucha por la igualdad en el deporte, especialmente en el fútbol. Un referente de éxito lo encontramos en la federación noruega de fútbol que en el año 2017 igualó los salarios de jugadores y jugadoras de su selección nacional. A mediados de este año 2019, el club holandés Ajax de Ámsterdam siguió el mismo camino, equiparando los contratos de sus jugadoras a los de sus jugadores hombres. 

Dos hitos en el fútbol femenino que pretenden alcanzar nuestras jugadoras. En palabras de la guardameta Tirapu, “Es el momento de fútbol femenino, y tenemos que luchar por nuestras compañeras. Tenemos que hacer un trabajo para el resto, no sólo para nosotras (…) No podemos ser inactivas y no luchar por nuestros derechos”

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