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@CoE_children

El Consejo de Europa, a través de su Recomendación CM/Rec(2009)10, estableció directrices para el desarrollo de estrategias nacionales integradas dirigidas a la protección de los niños contra la violencia. Estas directrices enfatizan un enfoque que abarca diversos ámbitos y sectores implicados de forma que fomente la cooperación entre diferentes actores y niveles de gobierno, con el objetivo de salvaguardar los derechos de los niños y erradicar todas las formas de violencia.

La Recomendación está fundamentada en los principios de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia (UNCRC). Aborda el derecho a la protección contra todas las formas de violencia, el principio de no discriminación, la igualdad de género y la participación activa de los niñas y las niños en decisiones que los afectan. Además, promueve la creación de servicios “afables” para la infancia y la obligatoriedad de reportar casos de violencia por parte de los profesionales que tengan conocimiento de ello.

En este sentido, un informe reciente revisa cómo los Estados miembros han implementado estas directrices. Los hallazgos destacan avances significativos en la creación de marcos legales y programas específicos para proteger a las niñas y los niños. Sin embargo, persisten desafíos en la aplicación práctica, como la falta de recursos adecuados y la necesidad de fortalecer la cooperación interinstitucional y la capacitación profesional.

El Consejo de Europa, a través de grupos de trabajo como el Comité de Expertos en la Prevención de la Violencia (ENF-VAE por sus siglas en inglés), ha desarrollado instrumentos políticos y herramientas prácticas para guiar a los Estados miembros. Estas incluyen modelos de políticas, metodologías de evaluación y plataformas de cooperación internacional, esenciales para fortalecer las respuestas contra la violencia infantil.

La recomendación también subraya la relevancia de la cooperación internacional en la lucha contra la violencia infantil, destacando la necesidad de compartir mejores prácticas y experiencias entre los países europeos.

Este marco integrado busca no solo responder a la violencia infantil, sino prevenirla mediante estrategias sostenibles y basadas en derechos humanos, aspirando a construir un entorno seguro y respetuoso para la infancia sin excepción.

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