Cualquiera que no quiera basarse en bulos, sino saber la verdad puede encontrar fácilmente las evidencias de que las características actuales del feminismo son imposibles de comprender si no se tienen en cuenta las aportaciones de Lidia Puigvert. Su huella está detrás de, entre otras, realizaciones como MeToo, consentimiento, feminismo de todas, superación del acoso en la academia, violencia de género aisladora. Por problemas de espacio, abordo en este artículo solo una de esas realizaciones: MeToo.
Hoy ya se está terminando con la doble moral que supone ir publicando en contra de la violencia machista y no actuar en contra de ella en el propio entorno. Lidia Puigvert fue la promotora motivando ya la primera denuncia por violencia machista en una universidad española en 1995. Conjuntamente con quienes también lo hicieron en universidades de otros países como Berkeley, esas actuaciones generaron en España y en Estados Unidos los movimientos MeToo universidad que fueron los promotores del mundialmente conocido MeToo a partir de que se incorporaron a él artistas famosas.
Lidia Puigvert ha liderado también esa dinámica en todos sus entornos, entre ellos, en su centro de investigación previniendo y excluyendo cualquier mínimo atisbo de un posible comportamiento inadecuado atacando a las posibles víctimas o a quienes las apoyaban. Eso nos ha permitido a quienes veníamos por detrás tener el apoyo para lograr hacer denuncias como la primera que logró una condena explícita de una universidad española y que yo misma protagonicé con el apoyo de su centro de investigación a pesar de tener en contra “feministas” que publicaban una cosa y hacían la contraria.
Coordinadora del Metoo University