En la actualidad, a pesar de los avances significativos en la realización del derecho a la educación de niñas y mujeres, 122 millones de niñas permanecen fuera de la escuela y dos tercios de los adultos analfabetos del mundo son mujeres. Esto ocurre a pesar del progreso significativo realizado en las últimas décadas para realizar el derecho a la educación de niñas y mujeres.
Sabemos que el género, combinado con otros factores como normas culturales y estereotipos, riqueza, etnia o ubicación, continúan impidiendo que las niñas y mujeres alcancen su máximo potencial en todas partes.
En la Cumbre para la Transformación de la Educación en 2022, los países solicitaron acciones que colocaran la igualdad de género en el centro de los planes, presupuestos y políticas educativas como parte de su compromiso para transformar la educación para el mundo en el que vivimos hoy.
En la práctica, esto significa promover la igualdad de género en los planes de estudio y las pedagogías, crear espacios de aprendizaje seguros, inclusivos y transformadores, apoyar la colaboración entre sectores y generaciones e invertir en los más marginados.
