La masculinidad tradicional, en algunos casos nombrada también masculinidad tradicional dominante, ha estado relacionada en la literatura, con normas que fomentan algunos de los comportamientos agresivos mientras que la feminidad tradicional no siempre ha estado relacionada de esta manera, según las autoras y autores de este estudio, que también afirman que, la falta de regulación emocional así como un pobre control de los impulsos se han relacionado con la agresión y, en particular, con la agresión reactiva y proactiva.
En esta línea, el presente artículo, Traditional Masculinity and Aggression in Adolescence: Its Relationship with Emotional Processes, estudia el papel de los estereotipos de género (masculinidad/feminidad) en la agresión reactiva y proactiva, a través de la autoeficacia emocional reguladora y la regulación de las emociones.
Para la metodología, un total de 390 adolescentes participaron en un estudio longitudinal en Valencia, España. Para ello, se empleó un modelo de ecuaciones estructurales (Structural equations modeling-SEM) para explorar un modelo longitudinal de dos olas. Según los autores y autoras del artículo, los resultados de su estudio muestran que la feminidad se relaciona con la agresión reactiva a través de la autoeficacia emocional y la regulación de las emociones. Así, tanto la autoeficacia emocional como la regulación emocional median la relación entre la feminidad y la agresión reactiva. Además, la agresión reactiva y proactiva se relacionan positiva y directamente con la masculinidad tradicional y negativamente con la feminidad tradicional.
Lo que este estudio nos aporta, es que los programas de prevención de la violencia con adolescentes deberían incorporar información para romper los estereotipos de género y promover estrategias para la superación de cualquier tipo de agresión, conjuntamente con gestionar las emociones. Estos esfuerzos pueden ser útiles para reducir los comportamientos agresivos y la violencia.
