La nueva normativa surge como respuesta a un informe codirigido por la Inspección de Policía y Servicios de Bomberos y Rescate de Su Majestad (HMICFRS) en respuesta a una “superdemanda” del grupo de derechos Liberty y la organización benéfica para mujeres Southall Black Sisters, en contra de los mecanismos que tiene la policía británica de compartir información con el Ministerio del Interior, lo que dificulta que las mujeres migrantes, si son víctimas de violencia de género o de la trata de personas, presenten denuncias.
El informe de 119 páginas denominado ¿Es seguro compartir? Informe sobre la súper queja de Liberty y Southall Black Sisters sobre el estado de la policía y la inmigración revisa el sistema de “superdemandas” que existe en la policía y, en detalle, la queja interpuesta en favor de las víctimas. En su investigación profundiza en estudios de caso en los que se evidencian las dificultades que sufren las mujeres víctimas de violencia de género y las víctimas de trata de personas para buscar ayuda cuando la necesitan debido a la inseguridad de que su información termine siendo investigada por su situación migratoria irregular, e incluso que derive en deportaciones.
Después del análisis, el informe hace recomendaciones específicas para los distintos departamentos de la administración que se ven involucrados en estos casos y en todas estas recomendaciones es unánime la certeza de que se debe hacer todo lo posible para que las mujeres tengan confianza absoluta en que, como víctimas, denunciar es seguro para ellas,
Las recomendaciones de la investigación incluyen:
– En los casos en que los agentes tengan tan solo la duda o preocupación sobre la situación migratoria de una víctima de violencia de género, deben dejar de compartir inmediatamente con el Servicio de Inmigración la información sobre esas víctimas.
– El Ministerio del Interior debería examinar el marco jurídico y la normativa pertinente para establecer prioridades sólidas y justas en relación con las víctimas migrantes de delitos y las migrantes que son testigos de delitos, con una situación de inmigración insegura o incierta.
– el Ministerio del Interior y el Consejo Nacional de Jefes de Policía deberían elaborar un protocolo de salvaguardia sobre el enfoque de la policía respecto de las víctimas y las testigos de delitos que son migrantes.
– la policía debería establecer vías seguras de denuncia para todas las víctimas y testigos de delitos que sean migrantes.
Al respecto, los organismos encargados de la investigación han publicado un comunicado de prensa con el título “Acciones inmediatas necesarias para asegurar que las mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad que sean víctimas de violencia de género puedan denunciar confidencialmente a la policía – Informe”, en el cual dan a conocer las medidas más urgentes para asegurar la posibilidad de las víctimas de acceder a los servicios de ayuda mediante una denuncia segura a la policía, a la vez que se recogen citas de las palabras de quienes participaron en la investigación.
En palabras del Inspector Jefe de la Policía Thomas Winsor, “Las víctimas nunca deben estar en una posición en la que teman que las acciones de la policía puedan involuntaria pero severamente intensificar su vulnerabilidad”
Por otra parte, este no es el úniclo problema que se está intentando resolver en Reino Unido sobre la violencia de género. Debemos recordar que una reciente encuesta dejó en evidencia que solo el 14% de las víctimas de violación en Gran Bretaña creen que se hará justicia en sus casos “La encuesta se implementó tras los serios cuestionamientos que ha recibido el sistema judicial de Gran Bretaña debido a la baja criminalización de los acusados en casos de violación”
Esta nueva forma de enfrentar el manejo de la información de las víctimas resulta fundamental para que todas puedan acudir en busca de ayuda cuando sea necesaria. Priorizar la seguridad de las mujeres por sobre de temas administrativos humaniza el sistema, sitúa las prioridades en las personas y con ello se potencia que las redes de apoyo sean más fuertes, ya que la desesperanza que crea la injusticia de no poder denunciar un hecho de violencia ayuda a la cultura del silencio lo que, sabemos, siempre beneficia a los abusadores.
El derecho a hacer denuncia, a la intimidad de las víctimas y a participar en programas como el llamado “My Life My Choice”, MLMC (mi vida, mi elección) ayuda a romper el silencio a buscar justicia y con ello a que sean muchas más las supervivientes que transforman sus vidas para un futuro libre de violencia.
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