Bilbao se prepara para vivir una fecha especial. Ayer, 7 de mayo, se celebró la rueda de prensa que presentó oficialmente el proyecto que unirá historia, música y emoción. El Coro Rossini presentó su proyecto “Estampas bilbaínas, Bilboko irudiak”, una propuesta musical para celebrar el 725 aniversario de Bilbao que recorre los barrios, las historias y las emociones de la villa a través de la voz coral, la composición contemporánea y una mirada que rescata las raíces femeninas de la ciudad. La iniciativa, impulsada en colaboración con el Gremio de Artesanos Confitería-Pastelería de Bizkaia, combina patrimonio sonoro y dulces tradicionales en una sinfonía que reivindica la identidad bilbaína desde sus márgenes hasta el centro.
Durante la presentación, el concejal de Cultura y Gobernanza, Gonzalo Olabarria, subrayó el valor cultural de este proyecto, destacando su originalidad artística y su capacidad de emocionar. La música del compositor bilbaíno Carlos Imaz, antiguo director del coro, será la columna vertebral del espectáculo. “Quién mejor que él para traducir Bilbao en notas musicales”, señaló Félix Primo, responsable de relaciones públicas del Coro Rossini.
Imaz, al frente de la composición, explicó que la obra busca retratar un Bilbao industrial, gris, pero también resiliente, construido por generaciones que hicieron de la ciudad un símbolo de transformación. “Hay partes divertidas, dramáticas y nostálgicas”, aseguró. Las piezas, acompañadas al piano, invitarán a las y los oyentes a visitar varios barrios de la ciudad, con una primera función el 9 de mayo en el Centro Municipal de Rekalde, y continuarán con cinco conciertos más hasta el 13 de junio.
La directora artística del coro, Ana Begoña Hernández, compartió que la obra ha ido creciendo desde el proceso creativo, definiéndolo como un trabajo coral exigente y conmovedor. Entre los temas, destaca “Sirimiri”, una composición cargada de emoción que rinde homenaje a la esencia bilbaína. El director del coro, Gorka Teijeiro, añadió un matiz social imprescindible: “La obra no solo cuenta la historia de Bilbao, sino que visibiliza a las mujeres que sostuvieron a sus familias durante la industrialización. A ellas les dedicamos ‘Bilbainitas’, porque son el eje de nuestra sociedad”.
Esta mirada convierte al proyecto en algo más que un concierto: es una declaración de memoria y reconocimiento. La propuesta musical se entrelaza con la tradición pastelera local, en una alianza entre cultura y gastronomía que también tiene rostro de mujer. Elena Espeso, directora del gremio de pastelería, celebró la oportunidad de participar en este homenaje a la ciudad. El profesor Jon, por su parte, relató la historia del famoso dulce bilbaíno Carolina, protagonista de una de las canciones del repertorio, mencionando que fue un dulce que un pastelero de la zona dedicó a su hija.
La composición “Carolina” no solo cuenta la historia de este emblemático pastel, sino que, al ritmo de las voces del coro, también rinde homenaje a otros dulces como los bollos suizos, los de mantequilla y el pastel de arroz. Félix Primo explicó que este tema busca convertirse en un himno para sonar en pastelerías y cafés, como una celebración cotidiana del espíritu bilbaíno. Durante los conciertos, además, se sortearán lotes con estos cuatro dulces.
Con este proyecto, el Coro Rossini pone en el centro la identidad de Bilbao, entendida no sólo como historia y lo que la hace especial, sino como una red viva de voces y relatos, donde las mujeres, las de ayer y las de hoy, también pueden marcar el compás.
Todos los conciertos se celebrarán a las 19:30 horas, con entrada gratuita hasta completar aforo.
• 9 de mayo. Centro Municipal de Rekalde
• 16 de mayo. Centro Municipal de Begoña
• 23 de mayo. Centro Municipal de Otxarkoaga
• 30 de mayo. Iglesia de la Encarnación
• 6 de junio. Parroquia de la Inmaculada Concepción
• 13 de junio. Conservatorio de Sarriko
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