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Estamos en tiempo electoral. Aún no nos hemos recuperado de las elecciones autonómicas de algunas comunidades y de las elecciones municipales de todo el país, cuando ya tenemos por delante la próxima campaña electoral, esta vez para las generales en poco menos de dos meses. Si tenemos afinidades políticas o seguimos al minuto la vida política, en estos momentos de cambio, es fácil sentirse vencedora o vencido, ilusionada o decaído por lo que vendrá.

En el discurso dominante, se observa a los grandes líderes políticos y se centra el debate en su crítica o en su ensalce, dependiendo del color que más guste. Los grandes líderes políticos marcarán los titulares de los periódicos, y creer que estos son los únicos referentes posibles es sencillo, porque es de lo que se habla en este contexto comunicativo. Si bajamos la mirada a nuestro alrededor, otra realidad también existe. Otra realidad más esperanzadora y revolucionaria. Más allá de esta búsqueda desesperada de un líder creíble, el verdadero cambio, la verdadera transformación social se gesta en otros contextos.

Liderar cualquier organización no es solo la toma de decisiones en momentos difíciles, la capacidad de organización, de mandato, de coordinación y priorización de las actuaciones. Hay líderes que tienen en su forma de hacer, una actitud dialógica, que impregna sus actos  de diálogo igualitario, consenso y transformación en base a los argumentos de validez, y que a la vez es referente y ejemplo. Las características de líderes con actitudes de las NAM como autoexigencia, autoestima y autoconciencia, contribuirán también a la extensión de esta actitud dialógica en el entorno, consiguiendo coherencia en las actuaciones. Si existe un liderazgo dialógico se consigue la permanencia de las políticas, porque están realizadas desde el sentido, en base a argumentos de validez con los y las implicadas y con la búsqueda de la mejora común. 

Las NAM no necesitan mirar hacia arriba, ni se sienten inferiores al ver a los grandes líderes políticos. Las verdaderas realidades transformadas en mejores se dan en movimientos sociales liderados de manera dialógica, sea cual sea el contexto y la envergadura. No necesitamos buscar grandes referentes políticos en los medios de comunicación de masas, porque sabemos que la verdadera revolución social se gesta en la ciudadanía, y estos referentes no están ni en la televisión, ni en la cabeza de lista del partido ganador, los tenemos al lado, mucho más cerca.

En tiempos de cambio, dejar de mirar arriba y empezar a buscar a los lados, nos hará valorar y visibilizar este liderazgo, y seguir creyendo que la transformación social en base a argumentos no impuestos y en busca del bien común, es totalmente posible y real.

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