La falta de la mayoría de servicios básicos, como los centros sanitarios, acceso a agua potable, y la falta de recogida de basuras ha provocado un brote que amenaza la salud y la vida de las personas más vulnerables como son las mujeres y las menores.
Esta enfermedad se transmite por el agua y provoca una diarrea aguda que si no se trata en las primeras horas puede provocar la muerte. Actualmente han fallecido 18 personas y al menos 250 casos son sospechosos de padecerla.
La inactividad de muchas instalaciones médicas y la falta de formación del personal sanitario provoca que alrededor de 29.000 mujeres embarazadas y sus recién nacidos están en peligro de contraer cólera.
Ante esta situación la ONU está trabajando para salvar la vida de los recién nacidos y sus madres de la enfermedad, como informa la organización internacional.
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