En Bangladesh ya hay mujeres que patrullan por las calles y las mujeres del país tienen la sensación de estar más seguras.
El confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19 ha empeorado la situación de las mujeres maltratadas ya que les ha impedido recibir la ayuda que necesitaban. Las mujeres que han conseguido contactar con la policía se han enfrentado con la cultura y el sistema policial que las tratan como parte del problema.
Frente a esta situación, ONU Mujeres, junto la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), ha tratado de fomentar reformas policiales en los Servicios Esenciales y el trabajo que se realiza sobre las respuestas de la policía y la justicia a la violencia contra las mujeres.
De esta forma, ONU Mujeres ha organizado este año formación policial en lugares de todo el mundo como Pakistán, Kosovo, Marruecos o Bangladesh. La organización ha utilizado sus propios manuales sobre la labor policial con perspectiva de género.
Este Manual de servicios policiales con perspectiva de género para mujeres y niñas víctimas de la violencia se utilizará en 22 países. El manual ofrece orientaciones prácticas y detalladas sobre cómo responder durante crisis como la pandemia del COVID-1, prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas y realizar investigaciones que respondan a las necesidades y preocupaciones de las supervivientes y se centren más en lo que hicieron los agresores, según informa la UN.
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