Han pasado 120 años desde que las mujeres participaron por primera vez en los Juegos Olímpicos. Nos tenemos que remontar al 1900, en París, para llegar a los primeros Juegos en los que se permitió participar a las mujeres. Fueron 23 mujeres pioneras, pero en aquel momento sólo pudieron competir en disciplinas consideradas “femeninas” como el golf o el tenis, según La Vanguardia.
A pesar de que ha pasado algo más de un siglo, algunas barreras aún persisten. La incorporación ha sido progresiva y hasta 2012 no se celebraron unos Juegos en los que ningún país fuera sin representación femenina.
La tenista británica Charlotte Cooper se convirtió en la primera mujer en conquistar un oro olímpico. Levantó su último trofeo en 1908, con 37 años, convirtiéndose en la tenista más veterana en ganar en Wimbledon. Un récord que todavía no ha sido superado.
La primera mujer en el Comité Olímpico Internacional (COI) fue la escritora y periodista venezolana Flor Isava-Fonseca en 1981. Hasta los años ochenta, el COI estaba compuesto únicamente por hombres. Una década más tarde ella volvió a romper todas las barreras y entró en la comisión ejecutiva del COI, siendo la primera mujer en formar parte del gobierno olímpico.
En España, la tenista Lilí Álvarez fue la primera española en participar en unos Juegos (París, 1924). La irrupción de la Guerra Civil y el franquismo impidieron que las mujeres se incorporasen a la vida olímpica al mismo ritmo que el resto de países y apenas hubo representación femenina hasta los Juegos de Roma de 1960. Barcelona 92 supuso un antes y un después, se pasó de 31 mujeres en Seúl 1988 a 128 en los Juegos de Barcelona. Para las mujeres, además, fue el escenario en el que se conquistó la primera medalla de oro. El mérito fue de la judoca Miriam Blasco que se hizo con la primera plaza del podio en el Palau Blaugrana.
Después de la Conferencia de la Unión Europea sobre Igualdad de Género en el Deporte, celebrada en 2013, se aprobó la propuesta de acciones estratégicas en relación con la igualdad de género en el deporte 2014-2020. La igualdad en el deporte es un objetivo que persiguen tanto organismos, instituciones como asociaciones deportivas pero necesitamos de toda la sociedad para darle valor y atractivo al deporte femenino. Las mujeres han demostrado a lo largo de la historia, que el esfuerzo, el coraje, la diversión y el mejor espectáculo unido a los mejores valores deportivos no son cosa de unos pocos; aprender desde las primeras edades que el deporte es de todas y todos y para todas y todos es un bonito regalo que podemos transmitir como comunidad.
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