Los pedófilos cuando sucumben a la pederastia culminan sus repugnantes deseos sexuales con menores. Solo hay algo que todavía les daría más placer: que el resto de la sociedad normalizáramos su conducta. Por eso creo que no hay mayor placer para un pederasta que encontrarse con otro pederasta que lo comprenda y lo aliente a continuar con su parafilia. Se retroalimentan. Se convencen entre sí mismos de que lo que sienten es amor, aunque todos sabemos que es abuso.
Por eso no hay cosa más peligrosa que un pedófilo poderoso, es decir, un pedófilo político, un pedófilo profesor universitario de gran fama, un pedófilo filósofo o un pedófilo escritor de best-sellers. Y más peligrosos si se asocian. Son peligrosos porque la sociedad les escucha, y quien más o quien menos, comete el error de darles la razón y comienza el proceso de normalización de la pederastia. La normalización da pie a que otros pedófilos procedentes de las sombras decidan desatar su enfermedad mental.
¿Qué base teórica puede tomar un pedófilo para hacernos cambiar de parecer? Lo han hecho desde una filosofía “crítica” con el sistema de valores, que despierta la simpatía de las izquierdas, pero que no deja de agradar a las derechas. Una perspectiva que rompe las reglas del pensamiento racional, que lo ridiculiza, que lo inhabilita. Nada más y nada menos que una perspectiva posmoderna. Una linea de pensamiento filosófico que anula la verdad y la bondad. Una forma de pensamiento que no pretende reformar la norma, sino destruir cualquier posibilidad de consensuar una norma. Una teoría filosófica que te ridiculiza por tener moral.
Gabriel Matzneff (escritor de temática pederasta varias veces premiado en Francia) escribió una carta en el diario LeMonde en 1977 a favor de la despenalización de la pederastia. Fue apoyado por otra filosofa feminista, también pederasta, como lo fue Simone de Beauvoir. Fue apoyado por Deleuze, el famoso filósofo posmoderno que años antes le proporcionaría la base teórica para relativizar su delito. Fue apoyado también por un político francés que llegó a ser ministro de educación años más tarde, Jack Lang, sospechoso de tomar parte en tramas pederastas y que también mostró su apoyo a Roman Polanski y Woody Allen. Le apoyaron más. No tengo duda de que muchos serían pederastas.
La valiente Vanessa Springora ha destapado los abusos que recibió con 13 años por parte de Gabriel Matzneff en su libro “El consentimiento”. El 17 de septiembre de 2020 su testimonio llegará traducido a veintena de paises.
Este libro será totalmente necesario para que como mujeres y hombres feministas a favor de la libertad sexual no confundamos jamás un discurso de amor con un discurso de abuso. Por eso cada vez que oigo hablar de que hay que deconstruir el amor, tristemente me hace recordar que ese es el sueño de un pederasta.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más