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Las agresiones sexuales continúan siendo una problemática social global que representa una violación fundamental de los derechos humanos fundamentales. En todo el mundo las vidas de millones de mujeres son marcadas y puestas en riesgo y actualmente, con el fin del confinamiento, parece que también hay rebrotes de las violaciones en la vía pública. 

Tras la repercusión mundial que ha tenido el suceso de la niña indígena de doce años violada por siete soldados colombianos, en España, ha causado un gran impacto el caso de la joven de 22 años agredida en un parque de Zaragoza. Este ataque entraña, si cabe, una especial crudeza debido a que la víctima tiene una discapacidad intelectual y a la gran brutalidad de la agresión. La mujer fue encontrada gravemente herida de madrugada en el parque, donde fue socorrida y llevada al hospital. Según las últimas informaciones, continúa ingresada. 

Aunque el caso de esta chica de Zaragoza ha desatado una especial repulsa y se han organizado movilizaciones en varias ciudades españolas, no es ni mucho menos, la única agresión ocurrida.

Solamente a nivel de estado, en esta última semana también se ha hecho público que los Mossos investigan la violación a una joven en Lloret de Mar. La mujer, de 21 años, denunció la agresión que tuvo lugar de madrugada y ya se está buscando al agresor gracias a su testimonio y al material de las cámaras de videovigilancia que había en la calle. 

En esta  línea, ayer mismo, dos hombres de 27 y 31 años eran detenidos acusados de agredir sexualmente a una joven en una playa de la ciudad de Alicante. Según el relato de la mujer agredida, los dos hombres abusaron de ella y la abandonaron en la playa. Allí, pidió ayuda a otro joven que de inmediato la socorrió y fue a la comisaria de policia. 

Estos son solo los casos conocidos y denunciados, pero hay más motivos para desatar todas las alertas. Según datos de la Fiscalía, tras un descenso durante el confinamiento, las denuncias por violación llegaron a 109 en la semana del 22 al 28 de junio debido a que vuelve a haber acceso a las dependencias judiciales para interponer la denuncia, pero también a un aumento de los casos. 

Se pone otra vez sobre la mesa, como tantas veces antes, la extrema necesidad de desarrollar políticas y  acciones que prevengan la violencia sexual. Estas medidas siempre han de estar basadas y recoger las aportaciones de la comunidad científica internacional,  teniendo en cuenta en todo momento las diferentes necesidades y vulnerabilidad de las mujeres que sufren otros tipos de discriminaciones por capacidades, diferencias raciales, dificultades sanitarias, etc. 

Por parte de la sociedad, para poder lograr este cambio, está incentivar y poner el atractivo en la valentía de las personas que ayudaron a estas mujeres y en tantas supervivientes que denuncian y actúan, en lugar de en los hombres violentos que pretenden vendernos algunos medios de comunicación y películas de moda que erotizan las violaciones. 

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