María la Hebrea o la Judía.

A menudo hemos oído hablar, e incluso hemos utilizado el “baño María ” en nuestro quehacer diario, es uno de esos conceptos que interiorizamos de manera natural y por tradición; sin embargo, hoy día gracias a las investigaciones se sabe que la inventora fue la protagonista de este artículo. 

Pero, María la Judía o María la Hebrea o Míriam la Profetisa no solo es una mujer a tener en cuenta por este motivo sino por otros muy importantes. Además de ser la primera mujer alquimista, por lo tanto, podría decirse que fue la “fundadora de la alquimia “, y una gran contribuidora a la ciencia práctica. 

No se sabe mucho de su vida, pero sí que vivió entre el siglo I y el siglo III d.C. en Alejandría. 

María pasó a la Historia gracias a Zósimo de Panópolis, que fue un erudito alquimista de Alejandría, éste en el siglo IV d.C recopiló las enseñanzas de muchos estudiosos e investigadores anteriores para formar una enciclopedia. Entre otras personas, cita a María y la menciona como uno de los sabios antiguos, a su vez describe varios de sus experimentos e instrumentos. Asimismo, es autora de varios escritos científicos. 

Otros cronistas también dejaron constancia de sus trabajos, Jorge Sincelo, cronista bizantino del siglo VIII, menciona a María como maestra de Demócrito, el enciclopedista Al-Nadim la cita en su catálogo entre las cincuenta y dos personas alquimistas más famosas.

Su obra “Extractos hechos por un filósofo  cristiano anónimo “, nombrada también  como “Diálogo de María y Aros”, en la obra describe y nombra las operaciones que después serían la base de la alquimia. En este libro se describe por primera vez el ácido de la sal marina y otro oxys  (ácido ) que se pueden identificar con el ácido acético. 

María, además, inventó complicados aparatos destinados a la destilación y la sublimación de materias químicas. 

El Kerotakis es el más importante de los inventos realizados por María, es un aparato de reflujo usado para calentar sustancias utilizadas en la alquimia y recoger sus vapores. La alquimista estudió los efectos de los vapores de arsénico, mercurio y azufre sobre los metales, ablandando e impregnándolos con colores. El kerotakis era la paleta triangular que usaban los artistas para mantener calientes sus mezclas de cera y pigmentos. María usó la misma paleta para ablandar metales e impregnarlos de color. Kerotakis llegó a ser el nombre de todo su aparato de reflujo, que consistía en una esfera o en un cilindro con una tapa hemisférica colocado sobre el fuego. 

Otro de los inventos de María es el Baño María, es una de las técnicas rudimentarias más antiguas empleadas actualmente tanto en las operaciones de laboratorio químicos y farmacéuticos, como en los procesos industriales y domésticos. Consiste en introducir un recipiente en otro mayor que contiene agua en ebullición y se utiliza cuando se quiere calentar una materia de forma indirecta y uniforme. Sirve, por ejemplo, para destilar sustancias volátiles o aromáticas y para evaporar extractos. 

El baño maría original era realmente un baño de arena y cenizas que calentaba otro recipiente con agua que a su vez calentaba el siguiente. 

También creó sustancias como el “Negro María “, una mezcla de sulfuro de plomo y cobre usada como pigmento en pintura durante siglos. 

Así pues, está considerada como una de las Grandes Maestras de la alquimia y de la química, así como creadora de una serie de procedimientos e instrumental de laboratorio que se siguen usando hoy día. 

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