Harriet Qumby, que además de aviadora se dedicó a otras actividades, nació en 1875 en Michigan.
Años más tarde su familia se trasladó a San Francisco, ciudad en la que ejerció de periodista. Comenzó en esta profesión en 1902. Escribía para el San Francisco Dramatic Review y también colaboró en las ediciones dominicales del San Francisco Chronicle y el San Francisco Call.
Harriet Quimby tiene talento para escribir, de modo que obtuvo reconocimiento entre los profesionales de este gremio. Se encargaba de eventos sociales, deportivos, políticos.
Un año más tarde, se trasladó a Manhattan para trabajar como crítica teatral para la Leslie’s Illustrated Weekly, donde publicó más de doscientos cincuenta artículos.
En 1910, Leslie le encarga un reportaje sobre la aviación. Cuando Harriet Quimby asiste a un torneo aéreo internacional en Belmont Park (Long Island), se interesa por esta actividad, le gusta mucho y decide aprender a pilotar. Acude a la escuela de los hermanos Wright, pero estos no quisieron darle clases por ser mujer. Harriet Quimby prueba con otro instructor, con quien aprende a volar.
Así es como en 1911 fue la primera mujer norteamericana en obtener la licencia de vuelo y la segunda en el mundo. Le fue otorgado un certificado de piloto de los EE.UU. por el Aero Club of America. Tan solo un año después, el 16 de abril de 1912, consiguió cruzar el Canal de la Mancha en un Blériot-Eindecker, sin incidencias en el vuelo de apenas una hora. Fue la primera mujer en volar a través del Canal de la Mancha.
Aunque se dedicaba a esta profesión, realizaba exhibiciones aéreas, Harriet Quimby no dejó de escribir para el periódico, en sus artículos contaba sus aventuras. Asimismo, promovió el potencial de la aviación comercial y promocionó el vuelo como un deporte ideal para las mujeres. Así pues, se puede decir que tuvo una gran influencia sobre el papel de la mujer en la aviación.
Pero debemos hablar de otra faceta profesional de esta polifacética mujer. En 1911 Harriet Quimby fue autora de siete guiones que se filmaron en el cine mudo, después de hacer una incursión como actriz en una película con un pequeño papel.
