Nairobi acogió la semana pasada la Cumbre sobre la Conferencia Internacional de Desarrollo y Población (CIPD25). Veinticinco años después de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en el Cairo en 1994, y totalmente en línea con la Agenda 2030 actual, gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, entidades, redes de mujeres y sociedad civil han querido reunirse, revisar y renovar la agenda para seguir trabajando por un futuro sostenible que pase por la salud reproductiva, el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.
El CIPD25 ha acogido diferentes conferencias en las que el horizonte ha sido siempre un mundo en el que ninguna mujer, en ninguna dimensión -reproductiva, sexual, laboral, etc.-, sufra violencia. De acuerdo con la información de efeminista, 264.000 millones de dólares es el dato que maneja la ONU sobre la inversión necesaria para erradicar cualquier tipo de violencia. Esta cifra permite tomar conciencia de la emergencia internacional de la situación para la mujer.
Desde un plano monetario, Dinamarca, país organizador de la cumbre junto a Nairobi, añadirá 33 millones de dólares a los 110 millones que ya destina a erradicar el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, la mortalidad de mujeres durante el embarazo o el parto y garantizar el acceso universal al derecho de una planificación familiar y a métodos anticonceptivos. Desde la esfera privada, empresas como Johnson & Johnson y Philips, junto con entidades como Ford Foundation World Vision, destinarán 8.000 millones de dólares para acercarse a los objetivos de esta nueva agenda de género.
A nivel individual, toda persona también puede contribuir a poner fin a esta lacra. Podemos colaborar con entidades que trabajen por el fin de la violencia en cualquier forma hacia la mujer. Además, en nuestro día a día y en nuestro entorno más cercano también existe esta violencia y podemos sumar acciones para erradicarla. Podemos y debemos siempre posicionarnos a favor de la víctima haciendo evidente nuestra posición en contra de aquel que ejerza la violencia y huyendo así del silencio.
Para que esta situación sea sostenible, es necesario también tejer redes de solidaridad para proteger a todas las personas, tanto víctimas como personas que se posicionan a su favor. Con la acción de todos y todas podemos acercarnos a los objetivos marcados por las agendas internacionales en materia de género.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más