Podría decirse que Madame Staël fue pionera en varios campos, a saber, en Literatura da a conocer en Francia la palabra Romanticismo, en sus novelas presenta a las mujeres como víctimas de las restricciones sociales que les impiden afirmar su personalidad, ideas, deseo de educarse y cultivarse, se preocupó de visibilizar a escritores alemanes desconocidos en Francia, y la ya mencionada literatura comparada.
Anne-Louise Germaine Necker, después conocida como Madame Staël nació en París en 1766. Era hija de un banquero y de una mujer calvinista. La madre de esta intelectual se preocupó por dar una esmerada educación a su hija; consideraba que era importante trabajar la inteligencia para el desarrollo precoz de las ideas, convencida de que la inteligencia se volvía perezosa si no se la ejercitaba. Por ello, Madame Staël, desde muy joven, con catorce años dominaba el arte de la conversación, de modo que participaba en las tertulias del Salón de su madre. Además, aprendió inglés y latín, el arte de la danza, música, recitación y dicción.
Creció en un ambiente de intelectuales que frecuentaban el salón literario de su madre, Georges Louis Leclerc, Marmontel, Grimm, Edward Gibbon, Guillaume-Thomas Raynal, entre otros.
Además de ser una gran intelectual fue escritora, realizó una importante obra literaria entre novelas, ensayos y estudios históricos y críticos, por estos últimos se la considera pionera de los estudios de literatura comparada.
Redundan en su reputación literaria tres ensayos filosóficos:
Cartas sobre las obras y el carácter de Jean-Jacques Rousseau (1788).
De la influencia de las pasiones sobre la felicidad de los individuos y las naciones (1796)
De la literatura considerada en sus relaciones con las instituciones sociales (1800).
Creía en la inteligencia femenina, a la que consideraba igual que la masculina; exigió que la mujer fuese educada igual que los hombres y que la relación dentro del matrimonio se desarrollara en un plano de igualdad.
En este sentido, sus obras principales son novelas de argumento feminista, obras de ficción en la que representa a las mujeres víctimas de restricciones sociales, como Delphine (1802) y Corinne ou l’Italie (1807).
Madame Staël fue una intelectual reconocida en su época, quizá la mujer más famosa de su tiempo e incluso es considerada “la madre espiritual de la Europa moderna”.
