Una vez se ha producido una situación de acoso o agresión sexual, ¿qué es lo que motiva a una mujer a denunciar los hechos a la policía o cualquier sistema encargado del cumplimiento de la ley? Esta cuestión preocupa cada vez más y la comunidad científica se esfuerza en darle respuesta.
En esta línea, las cuatro autoras del artículo Social Reactions and Women’s Decisions to Report Sexual Assault to Law Enforcement, publicado en la revista Violence Against Women, muestran su preocupación por lo poco que se sabe sobre las reacciones sociales que en sus propios entornos reciben las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia. Estas reacciones no solo pueden ser positivas o negativas, sino que de ellas pueden depender las decisiones posteriores que las mujeres vayan a tomar con relación al cumplimiento de la ley sobre su caso o, simplemente, a contarlo.
Es por esto que las autoras de este estudio (pertenecientes a la Universidad de Denver-Colorado y la Universidad de California-Los Ángeles) analizan cómo las reacciones sociales han influenciado en las decisiones de mujeres víctimas para ir más allá e interponer una denuncia por la agresión sexual sufrida. Para el análisis se han estudiado los casos de 213 mujeres procedentes de entornos diversos, todas las cuales habían revelado recientemente un caso de acoso sexual a alguna persona de su comunidad.
Las conclusiones muestran que el 56% de las mujeres que llegaron a denunciar fue porque sintieron apoyo de sus redes personales, y también de la comunidad.
La ayuda tangible proveniente de la comunidad pronosticó denuncias ante los sistemas legales incluso en los siguientes nueve meses entre las mujeres que no habían informado ni denunciado inicialmente. Se demuestra así lo que la investigación empírica ha venido demostrando, que entre los factores que las mujeres tienen en cuenta a la hora de denunciar, la comunidad y el apoyo de los grupos de iguales, sigue estando relacionado con más altas probabilidades de seguir adelante con un proceso de denuncia o simplemente de contar los hechos ocurridos, rompiendo así el silencio sobre las agresiones sexuales.
