Maryam Mirzakhani se autodefinía como una matemática lenta: decía que “hay que dedicar esfuerzo y energía para ver la belleza de las matemáticas”. Esta determinación marcó toda su vida y esta combinación de esfuerzo y talento hizo que lograra ser la primera mujer en ganar la Medalla Fields, que es el equivalente al premio Nobel de las Matemáticas.
Maryam nació y creció en Irán y fue su hermano mayor quien le contagió la pasión de las matemáticas. En el último año de instituto ganó la medalla de oro en la Olimpiada Nacional Iraní de Matemáticas y este reconocimiento fue solo el inicio de su brillante carrera que se desarrolló por las universidades más pretsigiosas del planeta como Harvard, Stanford o Princeton.
Más allá de su extraordinario talento académico, Maryam siempre destacó por su humanismo y valor personal. Cuando falleció de cáncer de mama en 2017, el presidente de Stanford Tessier-Lavigne destacó que su humanismo como persona la llevaba “a aceptar honores solo con la esperanza de que animaran a otras a seguir su camino” y el presidente iraní Hassan Rouhani que su “brillo sin precedentes” había sido clave para mostrar al mundo “la gran voluntad de las mujeres y las jóvenes iraníes para alcanzar la cima de la gloria”
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