El Plan S lanzado por Science Europe el pasado mes de setiembre está teniendo un impacto mundial poniendo a disposición de toda la ciudadanía mundial las evidencias científicas en acceso abierto y gratuito. Nature Week ha publicado este mismo mes la noticia de que la super poderosa universidad de California ha decidido cancelar su contrato con una de las principales empresas de revistas científicas de pago y ha propuesto que también lo hagan las demás universidades. Se da así un paso decisivo en esta extraordinaria revolución del conocimiento que ya está revolucionando múltiples ámbitos de la sociedad.
Uno de los ámbitos sociales que va a sufrir una revolución más profunda y rápida es el de las relaciones de género y las relaciones entre mujeres dentro de los movimientos feministas. Todas las mujeres vamos a tener acceso abierto y gratuito a las evidencias científicas internacionales sobre los temas de género, vamos a poder comprobar rápidamente si las afirmaciones de una conferenciante sobre estos temas son sus propias opiniones u ocurrencias o están positivamente evaluadas porque se ha comprobado científicamente que tienen impacto en la mejora de la igualdad y de la superación de la violencia de género.
El artículo 27 de la declaración de Derechos Humanos dice que todas las personas tenemos derecho al progreso científico y a los beneficios que de él se deriven. Sin embargo, a las mujeres se nos ha excluido históricamente de este derecho humano, incluso a veces por parte de quienes pretenden representarnos. Se publican y se explican en conferencias afirmaciones que no solo no generan disminución de la violencia de género sino que la aumentan. Por esta y otras razones, nos hemos de felicitar de esa revolución del conocimiento que establecerá unas relaciones más igualitarias entre nosotras y principalmente porque posibilitarán conseguir unas relaciones más igualitarias de género en la sociedad y una mayor superación de la violencia machista.
Profesora de Cultura y Comunicación y Criminología de la UB