Las mujeres han empezado el año luchando por sus derechos y lo acabarán en el Times Square de Nueva York el 31 de diciembre, juntas y unidas mirando hacia un 2018 lleno de “cambios dramáticos”.
Según el artículo Women’s March and #MeToo leaders see progress – but ‘we’re in a hell of a fight’, este año entrará en la historia de la lucha feminista por el “progreso claro” y las “revelaciones dolorosas”. 2017 arrancó uniendo, en enero, a más de 5 millones de mujeres que tomaron las calles en protesta por la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, para poner un broche de oro con la campaña #MeToo que, aunque iniciada en el 2006, gracias al coraje y valentía de muchas actrices de Hollywood, las silence breakers, abrió los ojos al mundo entero sobre el acoso sexual y puso cara a los acosadores.
Además de romper el silencio ante el acoso, 2017 destacó por la igualdad y solidaridad entre mujeres y las personas que se posicionan en contra del acoso. El “poder colectivo”, según Tamika Mallay, la co-presidenta de la Women’s March, se ha convertido en “poder político” gracias a que muchas mujeres se inspiraron en el movimiento y se atrevieron a ocupar cargos políticos. Según Emily’s List, 25.000 mujeres, un 25% más que en 2016, se interesaron por ser candidatas en diferentes escenarios políticos. El impacto social de ello fue la elección de Danica Roem, la primera legisladora estatal transgénero, o de Keisha Lance Bottoms, elegida alcaldesa en Atlanta.
“Feminismo” ha sido escogida la palabra del año, pero 2017 ha entrado en la historia del movimiento feminista por otras palabras que han llenado titulares, redes sociales y pancartas. “Valentía”, “solidaridad”, “amistad”, “justicia”, “igualdad”, “fuerza”, “diálogo” junto a conceptos como “romper el silencio” y unidas a “mujer presidenta”o “mujer líder”, no se dejarán de escuchar y de leer hasta que se acabe con el acoso.
