Su legado seguirá hasta erradicar los abusos en todo el mundo

Esta mañana a las 7.35 el Papa Francisco ha trascendido, la comunidad cristiana y simpatizantes de todas las opciones políticas, creencias, religiones, han mostrado sus respetos a una de las personas que más ha renovado la iglesia y ha impulsado los grandes cambios que ya el papa anterior había iniciado en la superación de la corrupción y en la lucha contra los abusos sexuales a menores dentro de la iglesia.  

Ayer en su último Urbi et Orbi  recordaba la importancia de continuar con el mensaje de la paz “Allí donde no hay libertad religiosa o libertad de pensamiento y de palabra, ni respeto de las opiniones ajenas, la paz no es posible”, coincidimos con él, por eso desde la fundación de este diario el respeto a la pluralidad de opciones diversas desde el respeto es donde la vida es posible en todas sus dimensiones.

Pero donde ha tenido una de sus principales contribuciones ha sido en actuar firmemente contra los abusos sexuales a menores dentro de la iglesia, en el reconocimiento de las personas supervivientes y en el rompimiento de la cultura de silencio ante los abusos.

Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco ha dado pasos firmes para enfrentar la crisis de abusos sexuales dentro de la Iglesia católica, enfocándose especialmente en la prevención y la transparencia. En 2014 creó la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, un organismo consultivo con participación de laicos y víctimas, destinado a impulsar una cultura del cuidado y la prevención en toda la Iglesia. Además, exigió que cada diócesis del mundo cuente con estructuras específicas para recibir denuncias y acompañar a las víctimas. 

En el plano jurídico, Francisco introdujo reformas clave. En 2019 promulgó el motu proprio Vos Estis Lux Mundi, que estableció la obligatoriedad de denunciar abusos, incluso los cometidos por obispos o encubiertos por superiores. Ese mismo año, suprimió el uso del secreto pontificio en los casos de abuso sexual, lo cual facilitó la colaboración con la justicia civil y marcó un avance hacia la transparencia institucional. También se reforzaron los procedimientos para investigar y sancionar a los responsables jerárquicos.

Además de lo normativo, el papa Francisco ha promovido una transformación cultural. Ha mantenido encuentros personales con víctimas, realizado actos de reparación públicamente en varias ocasiones y exigido cambios en la formación de seminaristas, con foco en la madurez afectiva y la prevención de conductas abusivas. Su enfoque ha combinado reformas legales, estructuras institucionales y una actitud de reconocimiento y reparación.

El avance de la iglesia en esta materia refleja los pasos que todavía se deben ir haciendo también desde otras instituciones sociales, ámbitos de la sociedad, y como la incorporación de las evidencias científicas de impacto social como el Club de Valientes Violencia 0 o el modelo dialógico de prevención y el posicionamiento clave ante la violencia de género aisladora son evidencias a seguir implementando para el sueño común universal de erradicar los abusos.  El Papa Francisco dio pasos avanzados como líder institucional y por ello siempre será recordado por millones de supervivientes y víctimas, tanto cristianas como no cristianas.