Ayer se celebró el Día Internacional de la Educación, según recoge la Asamblea General de las Naciones Unidas, destacando el papel que la educación desempeña en el desarrollo y en la paz mundial, así como recogiendo el derecho universal de acceder a la educación que tenemos todas las personas a lo largo de la vida. Este acceso igualitario a la educación permite avanzar en la superación de todo tipo de desigualdades desde la pobreza a la igualdad de género, entre otras.
A día de hoy continúa siendo un objetivo claro el de conseguir mejores resultados en educación a nivel internacional, para todas las personas del mundo. El objetivo de educación mundial (ODS4) para 2030 trata de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas. Una de las metas es conseguir que para 2030 todas las jóvenes y los jóvenes terminen la escuela secundaria. Para ello habría sido necesario que en 2018 todos los niños y las niñas hubieran estado escolarizados, pero sólo un 70% lo estuvieron, por ejemplo, en el caso de los países de bajos ingresos.
Más allá del acceso a la educación, se necesita que las actuaciones recibidas por todos los niños y las niñas, adolescentes y personas adultas, estén basadas en evidencias científicas, para así conseguir los mejores resultados y posibilitar que todas las personas, realmente, puedan tener las mismas oportunidades. Se necesitan prácticas educativas de éxito para superar desigualdades y ofrecer una educación de excelencia a todas las personas independientemente de su entorno social, económico y/o cultural.
Como bien merece el campo de la educación, existe una plataforma digital abierta a la comunidad, la plataforma Adhayana, en la que cualquier persona puede clarificar qué prácticas y declaraciones educativas se basan en evidencias, cuáles son bulos y cuáles necesitan más investigación por el momento. De esta manera, podemos acceder más fácilmente, como agentes de la comunidad educativa (familiares, profesorado, alumnado, etc.) a la evidencia científica que nos permite continuar transformando las dificultades en posibilidades.
