Un estudio aporta evidencias sobre cómo puede afectar la exposición del alcohol, incluso en niveles bajos, al cerebro del feto en mujeres embarazadas. Se trata de los resultados de una investigación llevada a cabo por un estudiante de doctorado de la universidad de Medicina de Viena (Austria). El equipo investigador advierte que es importante que estos resultados sean difundidos, ya que muchas mujeres embarazadas desconocen la influencia del alcohol en el feto durante el embarazo, según informa Upi.
Se trata de los resultados preliminares, al no haber sido aún publicados en una revista científica de revisión por pares. De momento el estudio está previsto que se presente en Chicago en el Congreso anual de la Asociación Radiológica Americana. En el estudio se analizó el impacto del consumo de alcohol en 24 fetos a través de resonancias magnéticas que se tomaron cuando tenían entre las 22 y las 36 semanas de gestación. La resonancia magnética fetal es un método de examen altamente especializado y seguro que permite hacer afirmaciones precisas sobre la maduración cerebral.
Los problemas observados han sido el retraso en el proceso de mielinización, cuya función es proteger las células nerviosas, lo que permite transmitir la información más rápidamente. Y, por tanto, pudiendo afectar a hitos cómo darse la vuelta, gatear o procesar el lenguaje. Otro proceso es la girificación, relacionado con la formación de pliegues de la corteza cerebral, pudiendo ocasionar formas menos marcadas en los lóbulos frontal y occipital, afectando al rendimiento cognitivo.
Sus hallazgos permiten concluir que las mujeres embarazadas deben evitar estrictamente el consumo de alcohol. Pues, demuestra que, incluso en niveles bajos de consumo, puede provocar cambios estructurales en el desarrollo del cerebro y retrasar la maduración. Aunque aún no se ha podido evaluar con precisión cómo afectarán estos cambios al desarrollo del cerebro después de que nazcan los bebés.
