La policía india ha detenido al menos a cuatros hombres hasta el momento, acusados de crear la aplicación Bulli Bai, con el objetivo de denigrar y humillar a las mujeres musulmanas en la India. Hay indicios de que pueda estar relacionado con otra aplicación de las mismas características, Sullie Deals, que este mismo medio ya informó, aunque esta vez la investigación abierta ya ha comportado el arresto de cuatro personas acusadas por delito de ciberacoso (BBC).
En esta ocasión, la aplicación compartía fotos de más de 100 mujeres musulmanas anunciando que estaban en venta. En objetivo vuelve a ser el mismo, degradar y humillar a las mujeres musulmanas, aún cuando no se ha comprobado que ambas aplicaciones tengan una conexión.
La policía de al menos tres estados han abierto una investigación sobre la aplicación Bulli Bai a partir de las denuncias de las mujeres que han sido objeto de la misma. La unidad especial de Delhi, que se ocupa de la ciberdelincuencia, detuvo a Bishnoi del estado noreste de Assam, a quien se le acusa ser el principal conspirador y creador de la red. También se ha detenido a un estudiante de ingeniería de 21 años de Bangladés y otros dos estudiantes del estado norteño de Uttarakhand. Las protestas, principalmente de las mujeres musulmanas afectadas, han resultado significativas para que esta vez el caso sí que se haya tomado con mayor seriedad por parte de la policía, así como, de las personas legisladoras o representantes políticos.
Se empieza a relacionar este caso con el clima político polarizado en India entre hindús y musulmanes, aunque no es justificable. Tomar la figura de la mujer, sea de la religión, ideología o creencia que sea, como blanco de ataques frente a un conflicto es algo que ha sucedido en incontables situaciones bélicas, y, por tanto, un tipo de violencia contra las mujeres que cabe combatir y erradicar. Y así, hacer posible un mundo en que todas las niñas y mujeres puedan vivir y crecer libres de cualquier tipo de violencia.
