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uando los casos de COVID-19 comenzaban a aumentar de manera exponencial en España, en marzo del 2020, la científica de datos o data scientist Nuria Oliver vio en los datos y en la Inteligencia Artificial (IA) una oportunidad para trackear y hacer frente al virus. Oliver, que realizó su doctorado en el MIT, tiene ya una amplia experiencia en ayudar previamente en otras crisis sanitarias trackeando con datos de GPS la propagación del Ébola en la República Democrática del Congo, la gripe H1N1 en México, o la malaria en Mozambique. Con toda esta experiencia, Oliver se puso en contacto con la Generalitat Valenciana para actuar frente a la actual pandemia.

Oliver fue nombrada la primera comisionada de IA de Valencia, y junto con un grupo multidisciplinar de personas científicas y académicas voluntarias, comenzó a construir una central eléctrica epidemiológica basada en datos. El equipo recogió y analizó datos de una variedad de fuentes, desde Facebook y Google, a encuestas online, o datos de compañías telefónicas sobre movilidad. Estos datos permitieron al equipo realizar modelos de predicción de cosas como la movilidad de las personas y, por lo tanto, de la propagación del virus, ayudando a la Generalitat a tomar medidas para detenerla.

Estos modelos predictores han ayudado, y siguen ayudando, a contener la propagación del virus en Valencia. También han creado un sistema que puede aconsejar a gobiernos diferentes medidas y políticas relacionadas con la COVID-19. Tal como explica Nuria, “el sueño es hacer que el gobierno sea más eficiente, que sea más eficaz, que permita tomar decisiones basadas en pruebas y conocimientos científicos. (…) Tenemos las herramientas para poder hacerlo”.