En todos los contextos y espacios, la difusión de noticias falsas y bulos, denigra y vulnera los derechos humanos de las mujeres. Ya sea por cuestiones religiosas, culturales o políticas, el hecho de atribuir determinados hechos falsos o de difundirlos sin haber comprobado su fiabilidad distorsiona la historia y pone en riesgo a las mujeres.
Actualmente existen muchas herramientas para comprobar la fiabilidad de las informaciones que se difunden en los medios y en las redes sociales. Herramientas que facilitan poder contrastar las informaciones y, en caso de que no sean ciertas, poder pararlas.
La protección de los derechos humanos de las mujeres se basa también en la no difusión de fake news y en el posicionamiento claro y valiente ante quienes sí las difunden e intentan inculcarlas como verdades a las demás personas.
Coordinadora del Metoo University