Los hombres de tipo de masculinidad violenta tradicional dominante miran a las mujeres con un profundo desprecio y desarrollan sus interacciones con ellas desde ese punto de partida. Para ellos hay que humillar a las mujeres con la intensidad suficiente hasta llegar en ocasiones a ultrajarlas, violarlas o comerciar con su cuerpo.
A medida que avanza esta década de los 20 del siglo XXI, se consolida el posicionamiento de los hombres igualitarios y dialógicos, de nuevas masculinidades alternativas, en contra de cualquier tipo de ejercicio de violencia. Desde un trabajo constante en red para denunciar la violencia intolerable y desde el desvelo continuado, luchan para erradicar de manera crítica y transformadora la lacra de la violencia masculina dominante a través del diálogo, las evidencias científicas y la igualdad de diferencias
La violencia ubicada en una masculinidad violenta y dominante hará todo lo que pueda por hacer crecer el número de víctimas y su propia impunidad. Por todo esto, el posicionamiento de las nuevas masculinidades alternativas es claro, y por eso se impulsan acciones y refuerzan cambios hacia una mayor protección de todas las mujeres, niñas, niños y hombres, víctimas de cualquier tipo de violencia.
