El movimiento feminista con diversidad de voces crece en Egipto mientras el gobierno cada vez endurece más las leyes y medidas que restringen las libertades de las mujeres. En enero, el gabinete egipcio aprobó un proyecto de ley sobre el estatuto personal que exigiría que las mujeres obtuvieran el consentimiento de un tutor masculino para casarse, registrar el nacimiento de un hijo o viajar al extranjero. El proyecto de ley también da prioridad a los padres en cuestiones de custodia de los hijos (actualmente se les da prioridad a las madres) y permite a los padres evitar que las madres viajen con sus hijos. Entre otras medidas que ponen los derechos de las mujeres por debajo de los de los hombres. 

Entisar Elsaeed, fundador y director de la Fundación de El Cairo para el Desarrollo y el Derecho, afirma según France24 que cualquier nueva ley sobre el estatus personal debería tratar a hombres y mujeres por igual. Los casos de custodia deben decidirse de conformidad con el derecho internacional, la tutela educativa debe compartirse y las mujeres deben poder moverse libremente sin necesidad del permiso de su marido. Deben tener autodeterminación sobre sus cuerpos, tanto en términos de salud como en el matrimonio. 

El proyecto de ley se encuentra actualmente en revisión y aún no se ha presentado formalmente al parlamento para su ratificación. Una de las reivindicaciones es que no se ha presentado a grupos civiles para recibir comentarios al respecto. Pero las mujeres en reacción a los cambios propuestos han lanzado el hashtag de Twitter #Guardianshipismyright. Han inundado las redes con historias sobre instancias en las que las leyes y costumbres sociales actuales ya les han impedido tomar decisiones por sus criaturas o por ellas mismas, incluso en asuntos de su propia salud reproductiva. 

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