El departamento de transporte de Moscú dejó de contratar a mujeres en la década de 1980 justificándose en que era una profesión físicamente exigente, de acuerdo con una controvertida ley que prohibía a las mujeres ocupar algunos trabajos. La lista de trabajos a los que las mujeres no podían dedicarse fue criticada en septiembre de 2020 y se redujeron los exclusivamente masculinos, de 456 a alrededor de 100.
Con la automatización de procesos mecánicos, la operación de trenes no está en la lista de trabajos de esfuerzo físico pesado, por lo que las mujeres pueden ejercer como conductoras y pueden elegir el uniforme que deseen, falda o pantalón.
Debido a la promoción de los roles neutrales, el metro de Moscú contrató como conductoras a 12 mujeres, que empezaron a ejercer su nueva profesión el 1 de enero.
