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El pasado 1 de mayo de 2018 el Diario Feminista publicaba el artículo Cooperación o turismo sexual, el caso de Nicaragua en el que los datos evidenciaban las consecuencias nefastas de un cooperativismo vestido de “pseudo-revolución”, más útil para aquellos y aquellas que pretendían vivir una experiencia “progre” y añadirla en su listado de méritos revolucionarios, propicios para aumentar el ego y los ligues, en determinados entornos, que no, para mejorar las condiciones de vida, de salud y de educación, de las personas nicaragüenses. 

El expolio global se practica de muchas y muy distintas maneras. Según aquellos que critican al capitalismo, como mal endémico de la sociedad, el expolio se reduce a la expropiación de bienes materiales de los territorios ricos a los pobres. Sin tener en cuenta, que el aprovechamiento de las condiciones de vulnerabilidad de unas personas por parte de los y las “vividoras de experiencias” viene a ser lo mismo, de forma intangible, pero con unas consecuencias humanas enormes.

Esta semana hemos visto en los medios de comunicación el escándalo provocado por parte de voluntarias de la cruz roja, en una fiesta con inmigrantes recién llegados a las Islas Canarias, sin ningún tipo de protección ante la pandemia. Las imágenes que circularon no solo desacreditan a las personas que las protagonizaron, sino que empeoran enormemente los prejuicios sociales haca los recién llegados, y esparcen la credibilidad y el trabajo de cientos de miles de personas que voluntariamente están salvando vidas a diario, sin lucrar sus egos a costa de las mismas. El uso y el abuso de las personas con situaciones económicas, sociales, educativas, etc. más vulnerables  no es sino una forma más de instrumentalización y perpetuación de la pobreza y la vulnerabilidad, lo cual no se puede ni se debe disfrazar con etiquetas “revolucionarias” ni “radicales” ni “transformadoras” sino más bien de “sumisión” y de aprovechamiento y abuso.

Como ya se ha visto en el caso de Nicaragua, entre otros, las únicas personas que han contribuido a la mejora de las condiciones de vida de la población, como cooperantes, han sido aquellas que sin buscar nada a cambio, lo han ofrecido todo.

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