El pasado martes 10 de diciembre, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, tuvo lugar en Ginebra, Suiza, el Young Activist Summit de las Naciones Unidas, una cumbre cuyo objetivo es reunir a las activistas jóvenes para debatir sobre temas de importante relevancia en el panorama actual.
La cumbre acoge a personas jóvenes de entre 15 y 25 años y en esta ocasión fueron invitadas seis jóvenes activistas, Memory Banda, Amy Meek y Ella Meek –ambas hermanas–, Nadia Murad, Hamangaí Pataxó y Rebecca Kabuo. Vienen de lugares como Brasil, Malawi, la República Democrática del Congo, Iraq y Reino Unido.
Desde los derechos de las indígenas hasta el matrimonio infantil o la esclavitud sexual, estas jóvenes cuentan historias que afectan a la causa humanitaria. Memory Banda lucha contra el matrimonio infantil puesto que vio a su misma hermana casarse con tan solo once años de edad. Su persistencia en la lucha ayudó a cambiar la ley en su país, que ha aumentado la edad mínima para el matrimonio de los quince a los dieciocho años. Amy y Ella Meek, de catorce y dieciséis años, fundaron Kids Against Plastic, un proyecto de acción social dirigido a que las y los jóvenes se impliquen en la problemática medioambiental, transmitiendo así que las personas jóvenes pueden marcar la diferencia. También Nadia Murad, a quien le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz en 2018 junto al doctor Denis Mukwege Mukengere, asistió a la jornada para debatir sobre la esclavitud y la violencia sexual que sufren muchas mujeres. Hamangaí Pataxó cubrió el tema de la defensa de los derechos de las personas indígenas y Rebecca Kabuo, la defensa de los derechos democráticos y la justicia social, a partir de lo vivido en su país, la República Democrática del Congo.
Todas ellas cuentan historias distintas y lo que sí nos demuestran es que hay esperanza en las nuevas generaciones. Los y las jóvenes están empezando a despertar, y es que decir la verdad es de valientes.
