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Las escuelas tienen un papel fundamental para reducir las tasas de incidentes violentos y promover factores protectores que conduzcan a cambios reales. Espacios escolares como el tiempo de comedor, que tradicionalmente han sido identificados como momentos de mayor conflictividad por su escasa carga educativa, pueden transformarse, si aplicamos las evidencias científicas en educación.

Democratizar el conocimiento científico hace que estrategias avaladas internacionalmente como el Modelo dialògico de prevención y resolución de conflictos lleguen a más miembros de la comunidad y devengan en una transformación positiva de las relaciones.

De la misma manera que en el tiempo lectivo se hacen las asambleas de tutoría en clase, hay escuelas como el CEIP Jaume I El Conqueridor de Catarroja, en las que se llevan a cabo asambleas de comedor una vez al trimestre, con la finalidad de mejorar este espacio educativo y prevenir posibles problemas de convivencia.

Siguiendo el ejemplo de otros centros que lo aplican y con las claves teóricas avaladas por la comunidad científica internacional (CCI) de la mano, en este caso se propone hacer una asamblea diaria con el/la monitor/a de referencia en el grupo, de unos 15 minutos. El objetivo es hablar de conductas solidarias, de ayuda, de compañerismo.., esos actos de valentía que ocurren en el tiempo de comedor, pero también aquellas conductas que se rechazan por ser violentas. Una vez al trimestre, también se plantea otra asamblea más larga donde se reúnen más agentes educativos referentes para el grupo. Allí se habla de temas en relación a cómo poder mejorar el tiempo del comedor, cómo nos tratamos en este espacio, o establecer normas de comedor comunitarias para todas las personas que convivimos en él (alumnos/as, monitores/as, cocineras). La asamblea, con una base de diálogo igualitario, intenta llegar a acuerdos con argumentos válidos. Se levanta acta de esas reuniones, que son públicas durante un tiempo, y se extraen las conclusiones de todas las asambleas para continuar trabajando en las pequeñas asambleas diarias.

Estas asambleas se realizan en todos los cursos de Primaria, y en 4 y 5 años de la etapa de Educación Infantil.

El proceso se acompaña con formación, tanto para los monitores y las monitoras de comedor, como para los maestros/as, a través de la realización de tertulias pedagógicas dialógicas sobre textos de referencia internacional que nos ayudan a reunir cada vez más argumentos para entender y  prevenir comportamientos no deseados en los alumno/as.

Las escuelas estamos adoptando otra manera de trabajar, la de construir decisiones de manera participativa y colectiva teniendo en cuenta cada vez más agentes para la formulación de propuestas comunes. Implementar en la escuela actuaciones y programas como éstos, basados en evidencias científicas, hacen posible una mejor educación y una vida de mayor sentido para todos y todas.

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