Si bien el contenido de los videojuegos y aquello que pueden transmitir es un tema de debate actual que ha ido emergiendo en los últimos años, hay otro tema que también surgió ya en 2014, y no es nada más que la accesibilidad a los videojuegos para personas con discapacidad.
En 2014 el desarrollador y especialista en accesibilidad de los videojuegos Ian Hamilton trabajaba para un departamento de la BBC, pero dejó el puesto de trabajo tras ocho años cuando vio que los desarrolladores tomaban decisiones triviales sin tener en cuenta la accesibilidad de los videojuegos. Fue entonces cuando se reunió con otras personas especialistas en el ámbito y se pusieron manos a la obra para trabajar e implementar herramientas de mejora. Producto de este trabajo fueron las Pautas de Accesibilidad al Juego que ganó el Premio de la Comisión Federal de Comunicaciones por el Avance en la Accesibilidad en junio de 2014. Estas pautas, que sirven como base para todo desarrollador o desarrolladora de videojuegos, dan énfasis por igual a las discapacidades de aprendizaje y desarrollo en relación con las discapacidades motoras, visuales, auditivas y las comúnmente conocidas como del habla.
Algo que hace unos años parecía tan complejo como aportar esa accesibilidad a los videojuegos para personas con discapacidad es hoy en día un poco más posible gracias a trabajos como las Pautas de Accesibilidad o a organizaciones como The Able Gamers Charity o Special Effect: The games charity que brindan apoyo a los proyectos que potencien dicho trabajo. Dar acceso a este grupo social es algo tan simple como implementar un botón en el cabezal de una persona en silla de ruedas, por ejemplo, o tomar de referencia la tecnología que usaba el científico Stephen Hawkings.
En todo caso, tal y como destaca la ex presidenta Tara Voelker, del Grupo de Interés Especial de Accesibilidad al Juego, de la Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos, es importante crear una conciencia colectiva sobre ello para que así las oportunidades sigan sumando. Muchas personas que sufren un accidente pueden tener posibilidades de sufrir una discapacidad a corto o largo plazo, por ello conviene que se sepa que es vital trabajar en la accesibilidad, también porque las ayuda a superarse a sí mismas, sea cual sea su edad o su género.
Crear una conciencia colectiva sobre ello y que los y las profesionales más jóvenes lo incorporen a su trabajo, así como las evidencias sobre los contenidos que se generan, es un paso vital para alcanzar la mejora, tanto para profesionales del ámbito como para las personas usuarias.
