Nacida en Almendralejo, en 1820, no es tan conocida como Rosalía de Castro, pero esta escritora ha sido tildada de la equivalente extremeña de la mencionada escritora gallega.
Carolina Coronado fue una escritora, autodidacta, con una gran sensibilidad y literata de tal altura que llegaron a compararla con Gustavo Adolfo Bécquer; además era una virtuosa con el piano y el arpa.
Como curiosidad, diremos que Ramón Gómez de la Serna era su sobrino.
Desde niña tuvo gran interés por la literatura y comienza a leer, siempre por las noches para que no se dieran cuenta y no se lo prohibieran. Leía cualquier género u obra que pudiera conseguir. Por lo que desarrolló una extraordinaria facilidad para componer versos. Con diez años, escribió sus primeros poemas.
Carolina Coronado, además de poesía, escribió novelas y obras teatrales. Logró publicar alguna de sus obras en periódicos y revistas con las que consiguió cierta fama.
Se hizo famosa por las tertulias literarias que organizaba en su residencia madrileña.
Harztenbusch fue consejero y maestro de la escritora, le hacía recomendaciones y correcciones que ayudaron a Carolina Coronado en su quehacer literario. Fue un gran apoyo para ella, incluso le prologó uno de sus libros de poesía.
Otros escritores como Donoso Cortés, Bretón de los Herreros, Martínez de la Rosa alabaron la obra de Carolina Coronado y la ayudaron, de modo que tuvo la oportunidad de acudir y participación en diversos actos en el Liceo Artístico y Literario de Madrid, además la invitaron a participar en homenajes de poetas y escritores.
La Hermandad Lírica estaba formada por un grupo de escritoras que tenían características comunes, nacidas alrededor de 1820, autodidactas que establecieron entre ellas redes de apoyo, en ocasiones, la relación era epistolar. Optaron por crear este grupo y esta red de apoyo mutuo para poder entrar en el ámbito literario, que pertenecía mayoritariamente a los hombres. Así consiguieron publicar en prensa, y otros medios.
Se dedicaban poemas entre las escritoras que formaban la Hermandad, se escribían regularmente. Carolina Coronado fue un modelo para el resto.
Algunas de sus obras en prosa se publicaron en semanarios y periódicos. En prosa escribió un total de quince novelas.
Además de obras teatrales, también se dedicó al ensayo.
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