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Gloria Viseras fue deportista olímpica y en la actualidad colabora con la Unión Europea y el Consejo Superior del Deporte en el desarrollo de proyectos y medidas de protección al menor. Su aportación al mundo del deporte destaca por su contribución a dotarlo de un campo de éxito que promueva los valores de un entorno sano y que caracterizan a las y los mejores deportistas a lo largo de la historia, a quienes queremos seguir y admirar ahora y en el futuro

Gloria, hace aproximadamente un año pusisteis en marcha la Asociación Oro, Plata y Bronce. ¿Cuáles son sus principales aportaciones para la prevención y superación de la violencia en el deporte y muy especialmente, la violencia sexual?

La asociación la montamos un grupo de ex-deportistas y gestores deportivos a nivel de voluntariado. Trabajamos mucho con instituciones, con la Comisión Europea, con el Consejo de Europa, con el Consejo Superior del Deporte. Una de las líneas principales es contar con las voces protagonistas de las personas deportistas.  También apoyamos a deportistas y familias que sus hijos e hijas han sufrido abuso en el deporte.

¿Todos estos proyectos que me comentas…, trabajan sobre la base de la prevención?

Sí. Por ejemplo, uno de los proyectos europeos es VOICE, que lucha contra la violencia sexual en el deporte europeo a través de las voces de las personas afectadas. Es una investigación cualitativa y se trata de ver cómo son los entornos potencialmente abusivos, los entornos donde se ha dado el abuso, a través de las historias que lo han sufrido y analizar por qué los niños y las niñas no lo denuncian, por qué se tarda tantos años…; es un proyecto que está terminando en estos momentos. También colaboramos en otros del Consejo Superior en la elaboración de materiales y pasos para la prevención. A través de uno de ellos se ha formado un grupo de expertos para los países miembros. Luego hay otro proyecto con el Consejo Superior del Deporte y UNICEF de una consultoría que se llama “Espirales”, con guías también para los entrenadores y prevenir el abuso, así como la coordinación de un proyecto Erasmus + con el Consejo Superior del Deporte. 

Las redes entre iguales juegan un papel fundamental en la prevención, y superación de la violencia… ¿En qué medida esta asociación contribuye a tejer estas redes, especialmente contra el acoso sexual?

Nosotras pensamos que es muy importante proporcionar un entorno seguro, donde la gente pueda verbalizar este tipo de delitos como primer paso para poder sanar. Están saliendo muchos casos y está surgiendo una red de gente que lo ha sufrido y estamos empezando a trabajar. Muchas personas supervivientes lo que luego hacen es trabajar porque ningún niño ni niña sufra lo que sufrimos nosotras. Es verdad que este trabajo, no solo a través de la asociación, sino también a través de estos proyectos europeos, está tejiendo una red de personas con un compromiso personal con este tema. Este compromiso es muy importante, porque no es que vaya a desaparecer, ni es una moda…, nuestro compromiso es personal y para siempre…; y esto va a ayudar mucho…, efectivamente.

Uno de los aspectos que destacas en tus relatos es tu más profundo agradecimiento a personas que te apoyaron 100%. Estas personas también han sufrido ataques y represalias… ¿Es un tema al que prestáis atención desde la asociación?

Estas personas también han sufrido sus consecuencias por haberse posicionado. Sí, sí lo vamos a trabajar. Ten en cuenta que el Consejo de Europa dice que 1 de cada 5 niños y adolescentes sufren abuso sexual antes de llegar a los 18 años; lo que significa que hay un 20% de la población que lo ha sufrido, aunque no lo sepamos. Esto es muchísimo, es una barbaridad y por eso hablamos de un problema de salud social, de salud pública. Pero, es verdad que nosotras en estos momentos estamos centradas en los niños y niñas que lo puedan estar sufriendo ahora mismo, para darles apoyo, porque siempre decimos que cuanto antes lo detectas, antes lo puedes tratar y puedes evitar multitud de consecuencias a futuro.

Luego está el trabajo en prevención, que es muy importante porque es prevenir casos futuros. Y luego nos centramos mucho también en las personas que fueron víctimas en su infancia y lo que hacemos es buscar un compromiso con organizaciones deportivas para que vayan implantando los mecanismos de control para la prevención.

La victimización secundaria es también dura, y hay que también tratarla… En mi caso, cada insulto, humillación, ataque… han conseguido el efecto justo contrario, el efecto de decir, con más razón tengo que seguir trabajando en esto y más decidida a erradicarlo. Por todo lo que pasas de niña y las consecuencias que tiene para el resto de tu vida y por las consecuencias que tiene verbalizarlo, tú y todos los que se atreven a apoyarte para luchar por conseguir entornos no violentos para los niños y niñas. Hay que dejar de culpar a las víctimas, a las familias… y trabajar por poner los mecanismos para su prevención y erradicación.

Los datos muestran que, a mayor nivel deportivo, menores son las posibilidades de que el deportista denuncie maltrato, violencia o abuso. Algunas personas conocemos poco el deporte de alta competición. ¿Crees que es un espacio especialmente vulnerable para el acoso sexual o se reproduce en la misma medida que lo encontramos en otros espacios sociales?

Los entornos deportivos de alguna manera son similares al resto de los entornos donde se desarrollan los niños y niñas. Lo que pasa es que hay una serie de cosas que lo hacen también especial. Cuando son en nivel de base, se parecen mucho a un entorno escolar, el niño va un par de horas a la semana, hace su deporte y se va a casa. Según vas avanzando en el nivel deportivo, se va pareciendo más a un entorno familiar, en el que hay una persona muy idealizada, que tiene mucho poder, que controla espacios y tiempos de los niños y las niñas.

Hay mucho más en juego porque tú has invertido más de tu tiempo, de tu vida…, hay mucha presión, hay una serie de factores que, si somos capaces de detectarlos a tiempo, puedes detener el abuso, incluso ese tiempo de preparación que siempre hay antes del abuso sexual.

El abuso sexual no viene solo de un día para otro, aparece después de un proceso, después de semanas o de años, en el que el abusador prepara al niño para cruzar esa última línea del abuso sexual. Si aprendemos a detectar algunas señales de alarma (por ejemplo, entornos con relaciones muy desiguales de poder, entornos donde se permite dejar a adultos solos con los niños en una habitación cerrada, para dar un masaje, etc.) son indicadores que pueden detectarse y ayudar a prevenir. Este es uno de los trabajos que intentamos hacer con las organizaciones, que pongan los mecanismos para detectar estos indicadores.

 Respecto a sus sueños y aspiraciones, ¿es éste un trabajo importante?

Lo que nosotras intentamos es que existan metodologías deportivas más holísticas, que consideren a la persona al completo, que el deporte sea una de las cosas más que el niño y la niña desarrolla cuando está creciendo y no entenderles como un vehículo para conseguir una medalla.

Eso es uno de los peligros del deporte, que como es deporte necesariamente parece que es sano para el niño o la niña, bueno, es sano si es un entorno sano, si es un entorno tóxico hace muchísimo daño. Para mí una de las protecciones principales está en las familias y podemos ayudarles a detectar este tipo de cosas, saber que hay cosas que no se pueden permitir, y conocer estos indicadores…Hay que hacer mucho cambio de la cultura…, de la cultura deportiva. Que no todo vale…, esto del “no pain no gain”, esto es lenguaje de adulto, esto el niño no lo entiende, no entiende necesariamente dónde está el límite.

Para finalizar os dejamos aquí el enlace del Manifiesto “Oro, Plata y Bronce” para un deporte sin violencia para quien quiera firmar. 

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