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Nicole McNeil // X.cm

Un nuevo artículo publicado en Psychological Science in the Public Interest propone un enfoque integral y basado en la evidencia para enseñar aritmética a niñas y niños, superando la tradicional dicotomía entre memorización y comprensión conceptual, según informa Eurekalerts.

El estudio, liderado por la investigadora Nicole McNeil (Universidad de Notre Dame) junto al equipo de personas expertas en desarrollo cognitivo, concluye que la fluidez aritmética se logra mejor cuando se combinan prácticas cronometradas breves con discusiones reflexivas que profundizan el entendimiento.

El informe redefine la fluidez aritmética como algo más que la memorización automática de hechos matemáticos (como 6 × 8 = 48); incluye también la capacidad de identificar relaciones numéricas y utilizarlas para resolver problemas. Según los autores, esta habilidad comienza a formarse desde la etapa preescolar, con experiencias tempranas que fortalecen el sentido numérico.

El enfoque recomendado incluye monitoreo temprano del progreso, enseñanza explícita de estrategias mentales, práctica estructurada de recuperación, sesiones cronometradas y reflexión sobre principios matemáticos. Estas prácticas ayudan a los estudiantes a pasar de un conocimiento implícito e intuitivo a uno explícito, que luego puede automatizarse con el tiempo.

Las investigadoras destacan que la fluidez matemática no solo es clave para aprender álgebra o resolver problemas complejos, sino que se vincula con logros educativos e ingresos futuros. También abogan por incluir más ciencia del aprendizaje en la formación docente, especialmente en educación infantil.

Este modelo ofrece un camino prometedor para mejorar la enseñanza matemática y preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.

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