El concepto de autonomía se refiere a la capacidad de las y los estudiantes para tomar decisiones e influir en su propio aprendizaje en función de los recursos y oportunidades que tienen a su disposición. El estudio “Promoting Student Agency through Writing Projects: The Role of Classroom Interaction, Autonomy from the Teacher, and Control over one’s own Performance” publicado en la revista ‘International Journal of Sociology of Education’ analiza cómo algunos proyectos de aprendizaje pueden favorecer el desarrollo de esta autonomía.
Para realizar esta investigación, se pone en marcha un proyecto de escritura tomando como referente el modelo de autonomía de aprendizaje de Vaughn (2021), centrado en la alfabetización compuesta por tres dimensiones:
La disposición, integrada por el propósito y la intencionalidad. El propósito favorece que el estudiante se construya una representación mental de lo que tiene que hacer y oriente las actividades que realizará para lograrlo. La intencionalidad se refiere a la voluntad de los y las estudiantes de elaborar y expresar ideas y opiniones propias.
La motivación, mediada por la percepción y la persistencia. El modo en que los y las estudiantes perciben las actividades del aula, así como la relevancia y el valor que estas tienen para sus propios intereses es clave. La persistencia, por su parte, refiere a la capacidad para mantener el esfuerzo y comprometerse con una tarea hasta completarla.
La dimensión posicional se refiere al modo en que los y las estudiantes participan en las actividades, interactúan, utilizan los recursos, adoptan roles y negocian para ejercer influencia en su proceso de enseñanza aprendizaje. El modo en que los y las estudiantes se posicionan a sí mismos y son posicionados por otros en el aula (como alumnos inteligentes, apáticos, problemáticos, etc.) afecta su habilidad de influir, alterar y expandir oportunidades de aprendizaje.
Participan un total de 34 estudiantes de entre 16 y 17 años.
Modelo Didáctico Centrado en el Estudiante para Diseñar Proyectos de Escritura
Para esta investigación se diseñaron proyectos de escritura a partir de un modelo que se alinea con la teoría sociocultural del aprendizaje que asume que la actividad humana se sitúa y se da en interacciones sociales concretas.
Para que el proyecto de escritura resulte relevante y motivante se negocia con los y las estudiantes el género que van a escribir, los temas y el modo en que se difundirán los textos.
Posteriormente, se plantean actividades diseñadas para que los escritores creen una representación mental del texto que van a escribir poniendo especial énfasis en la construcción de la coherencia del texto y se elabora la primera versión del texto.
Antes de la publicación y difusión de los textos, se estructura un proceso de revisión entre pares: se intercambian sus escritos y revisan el texto de un(a) compañero(a) de acuerdo con una pauta cuyos indicadores detallan los aspectos retóricos y de contenido que deben ser evaluados. Los y las estudiantes deben valorar el nivel de logro en cada indicador y dar una breve retroalimentación al compañero(a).
Finalmente, se presentan los textos, en formato oral o escrito, impreso o digital virtual o presencial, dependiendo de la naturaleza del proyecto.
Los resultados de esta investigación apoyan que las interacciones que se dan entre profesorado y alumnado durante la puesta en marcha del proyecto transforman la manera en que el alumnado participa en el aula: el constante intercambio de opiniones, exponer a otros los propios gustos e intereses, la transformación del propio conocimiento, por nombrar algunos aspectos, favorece que se comprometan con las actividades de investigación como usar Google Académico de manera autónoma, aprovechar las herramientas que ofrecen los procesadores de texto, avanzar al propio ritmo con ayuda del cuadernillo y solicitar la mediación del docente cuando necesitan ayuda para resolver un problema favorece plenamente la autonomía en la gestión de la tarea.
El desarrollo del aprendizaje dentro de un contexto de diálogo, colaboración e interacciones positivas y de calidad entre profesorado y alumnado, garantiza que todas y todos se sientan seguros a la hora de afrontar una tarea académica. Si además, garantizamos la participación de todo el alumnado a través de la colaboración de la comunidad educativa, favoreceremos el desarrollo de la autonomía, mejora de la convivencia y aprendizaje de todo el alumnado.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más