Un artículo reciente comenta una investigación de 2022 sobre masculinidades y juventud, de la cual destacan lo que la línea de investigación en socialización preventiva de la violencia de género identificó hace años como “discurso coercitivo dominante” y “doble moral”: muchos chicos participantes de la investigación se quejan de que las chicas solo se interesan en un tipo de hombre al que llaman fuckboy. Esto es, los chicos entrevistados manifiestan que las chicas eligen chicos malos, mientras impera un mensaje social que dice que los hombres tenemos que ser igualitarios, buenos, sensibles. Esto les hace sentir confusión, y es así como se pueden sentir cada vez más muchísimos chicos y hombres.
Digámoslo claro: los modelos de masculinidad que solo se centran en los valores éticos, y no en el deseo, no transforman, y de hecho son dañinos. Primero, porque las masculinidades resultantes (chicos buenos pero acomplejados) no suponen una alternativa para los malotes (que aparentan tanto atractivo y seguridad). Segundo, porque los chicos majos tienen el riesgo de alejarse del feminismo e incluso acercarse a masculinidades dominantes que sí parecen tener éxito.
Hay que prestar atención, porque a las escuelas, institutos y universidades seguirán llegando discursos llenos de bulos de género y planteamientos sin impacto social. Y estos, como muestran importantes investigadoras expertas, perpetúan o promueven la violencia de género.
Por suerte, cada comienzo de curso se da una oportunidad inédita por parte de personas que se dedican a la educación para negarse con argumentos a los anteriores, y sobre todo para promover discursos transformadores sobre masculinidades. El enfoque desde las nuevas masculinidades alternativas está teniendo mucho impacto: son decenas de publicaciones científicas en las revistas más importantes las que describen las mejoras en los chicos y también en las chicas. Si dedicamos tiempo a leer y debatir esas evidencias, recogidas sistemáticamente en DF, con alumnado, profesorado y familias, estaremos contribuyendo a acabar con la violencia de género y a hacer realidad los sueños de relaciones ideales.
