La investigación científica subraya cada vez más la importancia de un enfoque científico comunitario, destacando la necesidad de involucrar a los y las jóvenes en estos procesos y las consecuencias positivas que esto tiene para mejorar la ciencia. Sin embargo, existe una carencia en la literatura que aborde cómo el diálogo con la evidencia científica también empodera a los y las participantes para buscar soluciones concretas e incluso proponer y transformar las interacciones en sus entornos.
En este sentido, el artículo Contributions of Young People in Dialogue with Scientific Evidence on Sexual Consent publicado en la revista científica “Humanities & social Sciences Comunications” tiene como objetivo arrojar luz sobre el procedimiento teórico y metodológico que permite a los y las jóvenes de 18 a 25 años participar en un dialogo científico sobre el consentimiento sexual que desafíe sus propias realidades. Utilizando la Metodología Comunicativa (MC), esta investigación, enmarcada en el proyecto CONSENT (PID2019-110466RB-I00), involucra a jóvenes de 18 a 25 años en un diálogo científico, desarrollando un guion de cuestionario en conjunto con el personal investigador y realizando 50 historias de vida diaria y 7 grupos focales.
Los resultados muestran que, a través del diálogo igualitario con el personal investigador, los y las jóvenes pudieron identificar y reflexionar sobre elementos de coerción y libertad de consentimiento sexual más allá de los actos de habla. Específicamente, se observaron situaciones vinculadas al “discurso coercitivo” y al “poder interactivo”. Los y las jóvenes describieron situaciones donde aceptar ciertas acciones podía ser malinterpretado como consentimiento, dificultando la negativa posterior. También relataron cómo empleaban actos comunicativos no verbales para navegar situaciones de coerción, como buscar ayuda visual de amigos en situaciones incómodas.
La segunda parte de los resultados demuestra explícitamente el impacto del diálogo basado en la ciencia sobre el consentimiento y la coacción. A medida que avanzaba el diálogo y se accedía a más evidencia científica, surgieron ideas que influyeron en la comprensión concreta del consentimiento. Este cambio es fundamental para promover espacios libres de coerción y fomentar relaciones más saludables. Los y las participantes identificaron y reflexionaron sobre el discurso coercitivo en sus experiencias, revelando cómo este influía en sus decisiones sexuales y la presión social que enfrentaban para conformarse.
Las implicaciones de estos resultados son dobles: por un lado, generan un impacto social en la vida de estos jóvenes y en las personas que conocen, y por otro, su participación proporciona información valiosa que debe incorporarse a las campañas de concientización sobre el consentimiento sexual.
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