Los países que participaron en la histórica Conferencia de El Cairo alcanzaron un consenso sobre un Programa de Acción, comprometiéndose a conceder a las mujeres y a las niñas la autoridad para determinar el curso de sus vidas, tomar decisiones sobre sus cuerpos y forjar su futuro.
La ONU señala que El Sr. Türk expresó su aprobación por los importantes avances logrados en las tres últimas décadas, como la reducción de la mortalidad materna y las importantes inversiones en sanidad, educación y servicios sociales. Además, muchas personas disfrutan de una vida más larga y saludable.
Sin embargo, subrayó que aún queda trabajo por hacer. Junto a los avances, se han producido retrocesos.
El Sr. Türk destacó la desigual aplicación de los principios esbozados en el Programa de Acción en diversas partes del mundo. Observó una creciente reacción contra la igualdad de género que niega a las mujeres y a las niñas su autonomía, su poder de decisión sobre su futuro y su papel dentro de la familia y el hogar, y su capacidad para expresarse. La masculinidad tóxica y la misoginia han alimentado y normalizado el odio.
Además, el impacto del COVID-19, los conflictos y las recesiones económicas han afectado de forma desproporcionada a mujeres y niñas. Señaló que incluso en tiempos de conflicto o desastre, siguen naciendo bebés y hay mujeres embarazadas. Por ejemplo, hay unas 50.000 mujeres están actualmente embarazadas en Gaza, donde los servicios sanitarios están siendo atacados. En el oeste de Afganistán, el reciente terremoto ha hecho aún más vulnerables a las mujeres embarazadas, y las mujeres y niñas de Ucrania siguen necesitando acceder a servicios de salud sexual y reproductiva que pueden salvarles la vida.
Además, en 68 países, se calcula que el 44% de las mujeres casadas o en pareja carecen de capacidad para tomar decisiones sobre sus relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y la atención sanitaria.
Subrayó la necesidad de garantizar el derecho de las mujeres a decidir, libres de discriminación, coacción y violencia, cuándo y si quieren tener hijos, cuántos y con quién. Esto es especialmente crucial porque los avances en la reducción de la mortalidad materna se han estancado en la última década, lo que ha provocado que cada dos minutos muera una mujer por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto.
En cuanto a los servicios de aborto seguro, señaló que la autonomía de las mujeres y su capacidad para tomar decisiones sobre su cuerpo y su vida son objeto de una feroz controversia, especialmente cuando buscan acceder a servicios de aborto seguro. Señaló que cada año se producen en el mundo unos 33 millones de abortos inseguros, lo que los convierte en una de las principales causas de mortalidad materna. Elogió las medidas adoptadas por muchos países en los últimos cinco años para liberalizar la legislación sobre el aborto, ya sea mediante la despenalización, la ampliación de los supuestos legales o la eliminación de las barreras de acceso.
El Sr. Türk hizo hincapié en la urgencia de cumplir las promesas hechas en El Cairo. Reconoció que se están produciendo retrocesos en materia de derechos humanos en todo el mundo que ponen en peligro la consecución del desarrollo sostenible y el Programa de Acción de la CIPD. Sin embargo, afirmó que aún no es demasiado tarde para cambiar de rumbo.
Su oficina está colaborando con los estados para reforzar sus esfuerzos hacia la construcción de una “economía de los derechos humanos”, en la que las personas y el planeta estén en el centro de todas las políticas, planes y programas. Para lograr el cambio y salvar vidas, subrayó la importancia de defender los derechos fundamentales garantizados en El Cairo hace treinta años para todas las mujeres y niñas, independientemente de su edad, situación migratoria o cualquier otro factor. Estos derechos incluyen una educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos modernos, incluida la anticoncepción de emergencia, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de alta calidad, servicios de aborto seguros y oportunos, y atención materna y neonatal, así como la libertad de tomar sus propias decisiones.
