The Guardian informa que Ex dirigentes de la ONU advierten de que los derechos de la mujer son rehenes en las Naciones Unidas, y de que los avances en favor de la igualdad de género, conseguidos con tanto esfuerzo, están siendo socavados en todo el mundo. El grupo aboga por la adopción inmediata de una norma que garantice que una mujer dirija la Asamblea General cada dos años, con el objetivo de contrarrestar la creciente resistencia a la igualdad de género. Este llamamiento se produce después de que el Secretario General de la ONU, António Guterres, destacara el mes pasado en Nueva York la composición predominantemente masculina de la 78ª Asamblea General de la ONU, subrayando que aún carece de diversidad y representación para las mujeres.
GWL Voices, un grupo de defensa cofundado por Irina Bokova, ex Directora General de la UNESCO, Helen Clark, ex Primera Ministra de Nueva Zelanda, y Susana Malcorra, ex Jefa de Gabinete del Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, también está presionando para que se elija a la primera mujer Secretaria General de la ONU durante la próxima votación de 2026. Entre los 78 Presidentes elegidos desde 1946, sólo cuatro han sido mujeres, y nunca ha habido una mujer Secretaria General de la ONU.
Este movimiento pretende aprovechar el impulso de la situación actual para impulsar el cambio, afirmando que la ausencia de igualdad de género dentro de la organización está impidiendo el progreso de las mujeres y las niñas en todo el mundo. Susana Malcorra, Presidenta de GWL Voices, declaró: «El género en general, y los derechos de la mujer en particular, se han convertido en un campo de batalla político. Muchos de los derechos que creíamos seguros están ahora en peligro, y esto no es algo aislado de países concretos; es un problema mundial’.
El informe del grupo sobre el liderazgo de las mujeres en el sistema multilateral revela que desde 1945:
– Las mujeres han dirigido las instituciones más cruciales sólo el 12% del tiempo.
– Sólo un tercio de las organizaciones multilaterales clave están dirigidas por mujeres.
– Trece organizaciones, incluidos los cuatro mayores bancos de desarrollo, nunca han tenido una mujer al frente.
– Sólo el 24% de los representantes permanentes ante la ONU son mujeres.
Malcorra, Clark y Bokova eran aspirantes al puesto de Secretario General de la ONU cuando Guterres fue elegido en 2016. En aquel momento, se presionó a los Estados miembros para que eligieran a una mujer, con diversas campañas y llamamientos a favor de candidatas femeninas. Sin embargo, Guterres fue el único aspirante cuando fue reelegido en 2021 para un segundo mandato.
GWL aboga por que la Asamblea General, el principal órgano de formulación de políticas de la ONU formado por 193 Estados miembros, aplique la «alternancia de sexos», una propuesta apoyada por los presidentes de Eslovenia, Botsuana y España. Sin embargo, conseguirlo puede ser todo un reto, ya que la igualdad de género y los derechos de la mujer se han convertido en temas polémicos sujetos a negociación en el seno de la ONU.
La ex Presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, subrayó que las tensiones en el seno de la ONU están afectando a los derechos de la mujer, y que las mujeres en puestos de liderazgo, incluidas la Secretaria General y la Presidenta de la Asamblea General, podrían ayudar a cambiar el discurso de forma positiva. Destacó la urgencia de esta cuestión, señalando el estancamiento de los progresos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados por los Estados miembros de la ONU en 2015. ONU Mujeres informó de que el mundo se estaba quedando corto en la consecución de las metas de los ODS relacionadas con el género para la fecha límite de 2030, a principios de septiembre.
Fernanda Espinosa concluyó que lograr un futuro mejor, caracterizado por la paz, la prosperidad y los derechos humanos -los pilares básicos de la ONU- requiere la inclusión significativa del 50% de la población mundial, mujeres y niñas.
