Un equipo de investigación australiano ha diagnosticado a la primera mujer atleta con encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad degenerativa progresiva causada por lesiones repetidas en la cabeza, un importante hallazgo que podría tener implicaciones para el deporte femenino.
Se trata de la futbolista australiana Heather Anderson, que murió en noviembre de 2022 a la edad de 28 años de una muerte inesperada que ha sido objeto de una investigación forense en curso. Según informa la BBC., Anderson se quitó la vida, aunque las circunstancias que rodearon su muerte en ese momento fueron sospechosas de que se tratara de un suicidio. Ahora el equipo de investigación apunta que este caso podría ser la punta del iceberg para las mujeres en el deporte. Pues, los estudios apuntan que la enfermedad del ETC provoca un mayor riesgo de sufrir una amplia gama de problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad, la irritabilidad, la impulsividad, el uso de drogas y alcohol, en que los pensamientos y las conductas suicidas son comunes.
Hasta ahora, según los estudios, las mujeres australianas habían sido excluidas de los deportes más asociados con lesiones repetidas en la cabeza. Una realidad que empieza a cambiar, ya que en 2022 casi un millón de mujeres y niñas están practicando algún tipo de deportes de contacto en Australia, lo cual puede provocar un aumento del riesgo a sufrir traumatismos cerebrales repetitivos. Por lo tanto, haber detectado este riesgo por primera vez en las mujeres es crucial, en la línea de trabajar por la prevención de la ETC, con el objetivo de prevenir impactos repetidos en la cabeza y así prevenir de sus consecuencias.
