Un nuevo estudio recoge datos por primera vez sobre las actitudes y experiencias de los padres en relación con la lactancia materna y las prácticas de sueño del bebé en una muestra representativa.
Según informa News Medicla Life Sciences, en el estudio, publicado en la revista Pediatrics, participaron 250 padres que fueron encuestados entre dos y seis meses después del nacimiento de su hijo/a. Los resultados señalan que entre los padres que apoyaban que la madrea amamantara a su criatura, el 95% declaró haber iniciado la lactancia materna y el 78% declaró haber amamantado al bebé a las ochos semanas. Este porcentaje es significativamente superior al de los padres que no tenían opinión o no querían que la madre amamantara a su criatura: el 69% de estos padres declararon haber iniciado la lactancia maternal y el 33% declararan haber amamantado a su criatura a las ocho semanas.
El equipo de investigación también ha descubierto que el 99% de los padres afirmaba haber acostado a su criatura, pero solo el 16% aplicaba las tres prácticas del sueño infantil recomendadas por la Academia Americana de Pediatría (dormir boca arriba, utilizar una superficie de descanso homologada y evitar la ropa de cama blanda). A casi un tercio de los padres encuestados le faltaba al menos un componente clave de la educación clave sobre el sueño seguro. Asimismo, los resultados sacan a la luz la existencia de una disparidad racial en los resultados, al ser el doble la tasa de muerte súbita inesperada de lactantes de los bebés afroamericanos en comparación con los bebés blancos. Se considera que las prácticas de sueño poco seguras pueden contribuir a esta disparidad, lo cual ha permitido identificar la importancia de hacer llegar la información y asesoramiento sobre prácticas seguras por igual a todas las padres primerizos.
El estudio también contribuye a detectar mejor las necesidades específicas de los padres primerizos, al corroborar que juegan un papel importante en la salud y bienestar de las criaturas y las familias. Y, de esta mamera, establecer medidas de apoyo que aseguren que todos los padres primerizos reciben de forma equitativa orientaciones que consiguen impacto.
